D MAIL [YOONMIN]

t r e i n t a y c u a t r o

La puerta seguía siendo golpeada, el sonido me hizo despertarme, abrí los ojos y los talle con la manga de mi suéter blanco.

— ¿Quién? —pregunté.

—Aquí está tu estúpido cargador—escuché pasos alejarse y supuse que lo había dejado en mi puerta, mi laptop cerrada estaba sobre las sábanas de mi cama y mis zapatos en alguna esquina después de que los quité, me levanté aún con dolor de cabeza, mi cuerpo se sentía pegajoso a pesar del clima invernal que estaba comenzando.

Me pare con un poco de mareo y caminé hasta la puerta para tomar el cargador que yacía tirado frente a mi habitación. Antes de abrir me asegure de quitar con las mangas cualquier rastro de lágrimas y suspirar lo suficiente para tragarme mis ganas de gritar.

Me he cansado de maldecir a mi hermano, cerré la puerta tras tomarlo.

Después de conectar mi celular me lancé sobre la cama a espera que encendiera, nunca tenía mensajes nuevos, pero me gustaba navegar por Instagram en mi tiempo libre.

Al abrirlo tenía catorce llamadas perdidas, un número desconocido estuvo llamando alrededor de tres horas antes de que despertara.

Revise el numero varias veces, pero no se parecía al de nadie que conociera.

Estaba por llamar cuando mi celular comenzó a sonar, un número diferente al que estuvo llamando catorce veces, de igual manera atendí.

— ¿Hola? —pregunté.

—¡JiMin, Adivina! —una sonrisa se curvó en mis labios mientras hundía mi cabeza en la almohada.

— ¿Cuándo llegaste Jeon? —pregunté cerrando los ojos, el dolor de cabeza estaba empeorando.

—Apenas esta mañana, ¿no es genial? YugYeom estuvo preocupado de que muriera porque el avión se estrellara. ¿Puedes creerlo? ¿Cuándo nos veremos? ¿Tienes tiempo mañana? —no había perdido la costumbre de hablar demasiado rápido, era un alivio. Me agrada mas así, él podía hablar por los dos.

—Mañana está bien, saluda a YugYeom por mí. Hazlo antes de que te parta en dos—me burlé.

—Querrás decir antes de que yo...—

— ¡Demasiada información! —le corté la frase sonriendo un poco, extraño tener amigos, nunca me di cuenta de que soy más solitario de lo que pensaba.

—Ok, ok. Te mandaré un mensaje para quedar de acuerdo, hasta luego bolita de arroz—me colgó. ¡Le he dicho que deje de llamarme así! Es vergonzoso.

Deje el celular de lado para regresar a dormir, pero este comenzó a sonar de nuevo tras colocarlo en la mesa.

Lo tomé sin cuidado y lo coloqué sobre mi oído sin levantar la cabeza, me estaba comenzando a sentir enfermo.

Con las luces apagadas y el atardecer perdiéndose en la ventana solo quería dormir.

—Jeon déjame dormir—mascullé somnoliento.

— ¿Jeon? ¿JiMin? —fruncí el ceño al no reconocer la voz de la persona al otro lado de la línea.

— ¿Quién habla? —pregunté levantando mi cabeza apenas para colocarme bien sobre la almohada.

—JiMin, soy YoonGi—y me perdí, de una manera en la que jamás antes me había perdido. Las paredes en mi habitación desaparecieron y las mariposas, no. Tenía un zoológico dentro.

Me quiero sentir orgullosa de esto, pero no se.