n u e v e

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Al llegar a casa era pasada la noche, JungKook tenía mi mochila en el hombro y yo me sentí un poco culpable por hacerlo llevarme a casa.

—Te dejare aquí—me dijo, cuando estuvimos en la última esquina antes de llegar—Te veré entrar y me iré ¿estás seguro qué quieres ir? —me preguntó, siempre que me hacia esa pregunta, realmente tenía la intención de decirle "mi casa no es tan mal lugar ¿sabes?" pero, considerando todo. Tal vez mi casa sea el peor lugar si no se andar de hurtadillas.

—Estoy bien—le sonreí de lado, le di un último abrazo antes de comenzar a caminar, mi cuerpo se comenzaba a sentir más pesado a medida que avanzaba, pero si él me estaba observando, tenía que ser valiente ¿no es así?

Al llegar no me encontré con nadie, las luces estaban apagadas, y fui encendiendo una a una en mi camino hasta mi habitación, en el fondo del pasillo estaba la puerta al baño, me le quedé mirando con impaciencia, como si mi cuerpo reconociera la calma.

Saque una toalla, una bolsa plástica, y camine hasta el baño desnudo, dejando en mi habitación todas mis ropas y esperando a que la bañera estuviera llena pase la vista por el techo y recosté mi espalda contra la cerámica fría que comenzaba a calentarse con el agua caliente.

Tomé mi celular con la intención de no mojarlo y con asco de mí mismo. Marque el único número que consideraba coherente, regar mi mierda por el mundo es la base de mi existencia.

El tono de llamada comenzó a sonar haciendo que mordiera mi labio con fuerza de nuevo, a este paso me quedarían marcas de por vida.

— ¿JiMin? —la voz de YoonGi resonó al otro lado, era somnolienta, seguramente estaba durmiendo.

—Hola YoonGi ¿tienes tiempo?

—Si, espera. Solo tengo que cerrar la puerta—unos segundos después de ruidos amortiguados escuche su respiración dar un compás tranquilo—Bien, dime ¿pasa algo?

—Te contare—mi voz se estancó mientras mi mano jugaba con las burbujas que comenzaban a flotar mientras el agua subía hasta mis caderas—La historia de un amigo.

Y comencé.

—Cuando era niño ya tenía ciertos problemas, sus padres eran indiferentes con él y no sabía porque, en ese entonces, mi amigo—me imagine como era, como era yo.

>>Él era pequeño, delgado y tenía el cabello de un tono oscuro más ondulado de lo normal, cuando era niño, había un doctor que solía visitar a su madre siempre. Él lo sabía porque lo veía salir de su casa cuando llegaba de la escuela, pero mamá le dijo que era un secreto, que ella estaba enferma, pero papá no tenía que saberlo.

Entonces el niño fingió no saberlo, pero un día mamá se desmayó, el niño estaba tan preocupado por la salud de su madre que le dijo a su papá de este doctor que siempre la visitaba.

>>Si papá no dijo nada en ese momento, mamá regreso a casa y el niño estaba feliz por ello, pero cuando sus padres regresaron del hospital, su papá lucía diferente y su madre, la que tanto amaba, le dio una golpiza, después de eso, el niño no volvió a ver el doctor cuando llegaba a casa, y esa fue la única vez que el niño fue golpeado.

Sin embargo, ninguno de sus padres hablaba demasiado con el niño, su madre se iba a la habitación de su hermano cada noche, comenzó a ignorarlo, mamá le dijo que él no merecía amor.

>>Cuando el tiempo pasó, el niño escapó de la escuela y volvió a casa, el niño quería ver a su mamá mientras no estaba su hermano para quitarle su atención, cuando corrió a su habitación, vio de nuevo al doctor.


Estaban juntos, el niño intentó ser silencioso y salir de nuevo, por lo cual se fue de su casa y espero en la banca de la estación de buses que estaba cerca.

Al volver a casa por la tarde, el niño no dijo nada de nuevo.

Esa fue solo la primera vez.

— ¿JiMin?

—Como dije hyung, es la historia de un amigo, no tienes—sorbí e intenté que las palabras escaparan, aunque fuera a fuerza de mí, porque estaba comenzando a sentir que mi garganta se cerraba—No tienes que darle importancia.

El silencio me puso nervioso, tenía la sensación de que simplemente me colgaría y todo se quedaría así.

—No iba a preguntar sobre eso, no le tomes importancia—apenas era un susurro al otro lado— ¿tu... aún estás disponible mañana?

El sonrojo me lleno las mejillas, de la nada quería llenar mi mente de él, para eliminar todo lo demás.

—Yo creo que sí—susurré apenas.

No sé porque, hablamos en susurros esa tarde.

Evité hacer lo que hacía antes, y evité hablar más sobre ese niño.

Se supone que debemos dejar el pasado atrás, pero a veces el pasado se arrastra a nuestro lado mientras caminamos.

—Por cierto, me fracturé el brazo—me relamí los labios—probablemente no responda tus correos, así que puedes llamarme cuando sea—incité.

—¿No te distraeré con tus estudios?

—Eres la única distracción permitida, esas fueron tus palabras—cerré los ojos, me gustaba hacerlo cuando hablaba con él.

—Sí, es verdad. Te llamaré entonces.

—Saldré de la bañera, hasta luego hyung.

— ¿Has estado ahí todo este tiempo?

—Sí, he tenido esa mala costumbre desde siempre, el agua me ayuda a calmarme.

—Oh, entiendo.

Silencio.

—Hasta luego hyung.

—JiMin, una cosa más.

— ¿Dime?

—Tu amigo, Amalo.

—Yo...—intenté.

—Te enviaré la dirección por mensaje—y me colgó.

Las lágrimas salieron de nuevo pero esta vez una pequeña sonrisa las acompañaba, no me tome la molestia de verme al espejo antes de salir del baño. 









La segunda parte de la canción. 

"I fell victim to the sound of your love, 

You're like a song that I ain't ready to stop"

Me siento víctima del sonido de tu amor, 

Eres como una canción que no puedo detener" 



PD: siento no haber publicado esto ayer, tengo gripa y me da sueño. 

 

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D MAIL [YOONMIN]Where stories live. Discover now