HERO| HARRY POTTER [#1]

Capítulo quince.

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CASSIOPEIA DIGGORY
Una noche de confesiones.
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Domingo 25 de diciembre
de 1994.

                QUIZÁ LA TENSION que sentía Cassiopeia al caminar a unos pasos de Harry y su pareja le habían dejado un mal sabor de boca al inicio de lo que sería el baile de navidad, pero su mente se difumino completamente de ello cuando al ingresar junto a Ron al que se suponía era el Gran Comedor.

        La joven quedo totalmente hipnotizada; habían recubierto los muros del Gran Comedor de escarcha con destellos de plata y cientos de guirnarlas de muérdago, hiedra cruzaban el techo negro lleno de estrellas y algunos muérdagos aparecían y desaparecían entre algunas plantas del alrededor.

       En lugar de las habituales mesas de las casa había un centenar de mesas más pequeñas, alumbradas con velas, cada mesa con una capacidad de soportar doce personas.

       —Debo decir—inicio Fay del otro lado de ella—, que Hogwarts esta vez sí ha demostrado lo que vale.

       —Es hermoso ¿verdad, Harry? —pregunto Parvati cogida del brazo de Harry. Cassiopeia, que había sido atraída por la repentina voz, volteó el rostro queriendo ignorar al joven y todo lo que le rodea. Algo que si no hubiera hecho, habría notado como Harry respondió la pregunta cuando sus ojos solo estaban fijos en ella.

       —Muy hermoso.

       En el medio de la multitud, un joven apuesto y alto paso frente a Cassiopeia, quien no hubiera distinguido que se trataba de Jayden si no fuera porque el chico se detuvo en cuanto la vio, regalándole una gran sonrisa.

       — ¡Cass! Wow, te ves fantástica—halago ignorando las malas miradas por parte de Ron y Harry— ¿Me recuerdas porque no aceptaste venir conmigo al baile?

       Cassiopeia sonrió, y entre avergonzada y en un volumen bajo para que no cualquier le escuche, contesto habiendo dado una mirada rápida a Harry: —Estaba esperando a alguien más.

       — ¡Auch! —se tocó el pecho, en el lugar donde se encuentra el corazón —Me ha dolido.

      —Puedo darte un baile, si es que eso ayuda.

      Los ojos de Jayden brillaron: — ¿Cómo podría negarme a eso?

       Harry, que había oído la mayoría de la conversación dio un paso hacia ellos, pero en el momento en el que estaba por intervenir llamo la voz de la profesora McGonagall.

      — ¡Los campeones por aquí, por favor!

       Sonriendo, Parvati se acomodó las pulseras, empujando a Harry a despedirse rápido de Ron y Cassiopeia para dirigirse donde las instrucciones que daba la profesora McGonagall.