HERO| HARRY POTTER [#1]

Capítulo dieciocho.

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CASSIOPEIA DIGGORY
Dudas.
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Viernes 10 de marzo, 1995.

CASSIOPEIA DIO UN SORBO de su té, probando el sabor amargo de este, decidiendo colocar tres cuadraditos endulzantes para luego revolverlo y volver a disfrutar de la infusión. En el transcurso, sonrió divertida al oír a Cedric contar su perspectiva sobre la segunda prueba del Torneo, balbuceando en nerviosismo.

— ¿Debería sentirme ofendida de que Cho haya sido seleccionada como tu ser preciado? —bromeo ella, observando el rostro avergonzado de Cedric a la par que intentaba excusarse.

—No es que no seas preciada para mí, sabes que eres una de las personas más importantes en mi vida, pero quizá como te eligieron para Harry debían encontrar a alguien más, y los organizadores me vieron bailando con Cho y... quizá llegaron a la conclusión que...

Cassiopeia rio: —Ced, estaba jugando contigo, sé que me quieres como ninguno. Yo también te quiero, por cierto. Ron es peor, está contando diferentes versiones de lo que fue la prueba cuando ni fue participe—volvió a reír.

Cedric le miro dichosa, con una sonrisa en el rostro y disfrutando de como hablaba de sus amigos, contando anécdotas de sus últimos sucesos. Aún podía recordarla una vez ingreso a Hogwarts o incluso en sus años anteriores, sus dulces y tímidos ojos podían observar con interés su alrededor, pero la falta de atención de sus padres la había vuelto retraída, callada.

Ahora, siendo más grande y con un grupo de amigos variado, Cassiopeia se estaba volviendo una joven de armas a tomar; capaz de decir sus pensamientos sin tapujo, bromeando sin cuidado y mucho más alegre que en el pasado. Amaba aquella nueva faceta de ella, y estaba dispuesto a seguir conociendo más de estas durante muchos años. Por ello aquel día le había pedido desayunar en conjunto, quería volver a retomar aquellos momentos que se privaron.

— ¿Y Jayden? —pregunto con cierta timidez la pelirroja—No he podido hablar mucho con él desde el día que te ayudamos para la prueba, se veía bien.

—Está bien, Cass —aseguro él, intentando no preocuparle, conociéndola su mente habría hecho lo suficiente—. Algo desanimado desde que le conté que Harry y tu comenzaron a salir, pero ya se recuperara.

—No quería que sucediera eso—dijo con un mohín—, herirle.

—Lo sabe, sabe que no eran tus intenciones, y creo que también muy en el fondo sabía que no tenía chances contigo. Él simplemente arriesgo en un intento de ver si podría tener una oportunidad.

— No me odia ¿verdad?

—Por supuesto que no, el te adora Cass. No te preocupes por él.