HERO| HARRY POTTER [#1]

Capitulo cuatro.

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CASSIOPEIA DIGGORY
El gran perro.
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Viernes 08 de abril de 1994.

               DEFINITIVAMENTE ERAN las peores vacaciones que Cassiopeia estaba teniendo por el momento. Desde los días de investigación que había tenido en febrero y realizo su hipotesis sobre Sirius Black siendo un animago, su tiempo se redujo a grandes cantidades; pues tras el inicio de las vacaciones, los profesores dieron tanto fechas de exámenes futuros como grandes cantidades de tareas por realizar. 

      Apenas y había podido explicarle rápidamente a Harry su hipotesis.

      Para su surte, Cassiopeia no era la única con la cabeza entre sus libros. Sus amigas estaban iguales, Hermione siendo la peor de todas; la chica parecía que dentro de poco se arrancaría un pedazo de cabello del estrés, pues tenía el doble de cosas que estudiar. Agregándole el hecho de que Hagrid al parecer perdió el caso de su hipogrifo, dejando en el trio de oro un sentimiento de derrota. Incluso Cassiopeia, que no había formado ningún vínculo con el guardabosques o el animal, sentía lastima, ella había visto de primera mano cómo Hermione intercambiaba cartas con Newton Scamander sobre el tema para que le ayude.

    Todo lo contrario, a Fay, quien despreocupada comía un pedazo de tarta de manzana que habían traído Fred y George junto con otras tantas comidas de la cocina.

    Para agregar más asuntos. Era la víspera del partido más importante para la casa Gryffindor, el partido se jugaría contra Slytherin, su mayor rival durante los años y con grandes aptitudes para vencerles. De todas formas, ganarían, Cassiopeia estaba segura de ello.

      Suspiro cansada, había leído más de tres veces la misma página sin lograr entender una pizca de lo que aquellas palabras querían decir. Decidida a descansar un poco tras aquel bloqueo, cerro su libro de hechizos defensivos y observo su alrededor aburrida, ignorando a su glotona amiga que no dejaba de comentar lo gracioso que resultaba ser Fred (cosa de la que ya estaba enterada).

         ―Gracioso y guapo―continuo Fay a la par que Cassiopeia asentía por inercia, pasando su mirada por cada alumno que se encontraba frente a ella―. Quiero decir, si fuera solo guapo podría ignorarle, pero encima es gracioso y entretenido ¿no podía acaso ser guapo y aburrido? ¿o gracioso y asqueroso? ―le dio un mordisco a su tarta― Lo único malo que tiene es que es un ciego, más que Harry te digo si no nota como...

      Los ojos de Cassiopeia captaron la presencia nombrada hace un momento, levantándose de su asiendo y caminando hacia él. Tenía una conversación pendiente con Harry, pues a pesar de haber discutido sobre sus descubrimientos, debían pensar una manera de enfrentar a Sirius de ser un animago.

      —Hey. —saludó la chica hacia el pelinegro frente a la chimenea.

      El chico levanto la mirada, observándola con esos deslumbrantes ojos esmeralda, y siguiendo sus movimientos al ver como se sentaba a un lado junto a él. La falda de Cassiopeia se levantó unos centímetros por la posición en la que se había sentado generando que sus rodillas desnudas hicieran contacto con las de él, el calor filtrándose, volviéndole muy consciente de aquel dulce toque. No dijo nada, pues si lo hacía temía espantarla y que su contacto se rompa.