Dyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey.
Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir.
Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...
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Jon había llamado a todos los sobrevivientes al gran salón para una celebración. No se sentía como una celebración para Dyanna, que se sentó en la mesa del Señor. Daenerys había acordado que una vez que se fueran al sur, Dyanna sería ungida con los aceites y nombrada a la luz de sus Dioses.
En la mesa alta, Sansa bebió un sorbo de su vino mientras miraba a las columnas de hombres solemnes, mientras Daenerys se negaba a saludar a alguien. Dyanna y Jon hablaban en susurros mientras estaban sentados uno al lado del otro, discutiendo sus vidas y en general charlando. Arya se sentó junto a Sansa, cuidando su mano derecha mientras recogía su comida.
Gendry lo observaba todo, admirando el vestido de Dyanna mientras le sonreía a Jon. Estaba vestida de negro, para llorar la pérdida de los que cayeron durante la batalla, pero el vestido parecía abrazar sus curvas y se envolvía alrededor de su torso de una forma que Gendry no creía que fuera imaginable. Se veía hermosa.
Tormund se acercó a la rubia con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras le ofrecía un cuerno lleno de cerveza.
"Bébelo."
"No." Dyanna se rió alejándolo mientras el salón se silenciaba para mirar.
"Adelante." Jon animó.
"No de una sola vez." Dyanna miró a Tormund con una mirada mordaz mientras tomaba el cuerno.
"Vamos." Sansa se inclinó hacia adelante para sonreír. "Creo en ti."
La verdad era que la fiesta de esta noche era de celebración - habían ganado. Habían detenido la invasión de los muertos. No parecía una victoria para los hombres de la sala, pero Dyanna quería sentir algo más que tristeza y pérdida. Agarró con fuerza el cuerno para beber en su mano.
"Celebra nuestra victoria." Tormund tenía una mirada salvaje en sus ojos mientras Dyanna reía.
"Vomitar no es celebrar."
Tormund, inexpresivo, la miró fijamente. "Sí lo es."
El pequeño grupo que les rodeaba miraba con risa mientras Tormund levantaba su propio cuerno para beber hacia el cielo. "Por la Reina Dragón!"
Los hombres se pusieron de pie y vitorearon antes de que Tormund tirara de la manga de Dyanna, poniéndola también de pie. "Por la heroína de Invernalia!"
Esta vez los hombres parecían beber con más entusiasmo - Tormund le dio a Dyanna una sonrisa maliciosa mientras los dos comenzaban a beber. Tormund terminó mucho más rápido que Dyanna, pero los hombres la animaron de todas formas.
Jaime se acercó a la mesa con una sonrisa maliciosa. "La heroína de Invernalia, eh?"
"Parece que asesinar Reyes corre por nuestra sangre." Dyanna bromeó, con la esperanza de que Daenerys no oyera su broma. Jaime echó la cabeza hacia atrás entre risas, derramando un poco de su aguamiel.
