LIONHEART ✔

20

El campamento empacó en horas, y Alys le había proporcionado a Dyanna un caballo  para que pudiera cabalgar con el resto de ellos en lugar de ir caminando.

Estaban en camino para conocer a Daenerys Targaryen ahora.

En lo alto, Rhaenyra volaba, agitando sus alas para mantenerse en alto sobre el pequeño grupo de viajeros que conversaban casualmente, con Dyanna, Alys y Brandon a la cabeza.

"Es realmente sabio dejarla suelta mientras viajamos?" Brandon se giró hacia Dyanna, apuntando hacia el cielo donde Rhaenyra se deslizaba entre las nubes.

"Por qué?" Dyanna sonrió. "Tienes miedo de que nos deje?"

"Tengo miedo de que ella sea un objetivo." Brandon defendió con el ceño fruncido. "Ella es todavía joven."

Dyanna continuó sonriendo mientras llevaba su mano a su boca, soltando un silbido ensordecedor para llamar la atención de la joven dragona sobre su madre.

"Māzigon!" Ella gritó hacia el cielo, Ven!

Rhaenyra agitó sus alas rápidamente para bajar hacia el suelo, aterrizando delante de los caballos con un pequeño golpe que envió algunos guijarros a su alrededor en el aire con la fuerza.

El caballo marrón debajo de Dyanna se asustó al ver al depredador pero no huyó. Tuvieron que aprender a confiar el uno en el otro.

Los ojos de Dyanna se dirigieron a la izquierda de ellos, donde una vieja carreta de madera había empezado a pudrirse a un lado del camino- cayendo en un lado.

Mirando hacia su dragón, Rhaenyra parecía saber exactamente qué hacer cuando Dyanna habló. "Dracarys."

La cabeza de Rhaenyra giró bruscamente hacia el cadáver de madera, y de repente el dragón soltó un chorro de fuego que engulló todo el armazón, quemándolo hasta convertirlo en cenizas en segundos.

Dyanna se giró lentamente hacia Brandon mientras levantaba una de sus cejas. "Todavía crees que ella sea un objetivo?"

Alys dejó salir una bocanada de aire con una sonrisa mientras se inclinaba hacia delante para hablar con Brandon que estaba situado al otro lado de Dyanna a donde ella estaba. "Me parece que puede defender bastante bien."

Brandon rotó su hombros hacia atrás mientras sacudía la cabeza. "Recuérdenme que no me meta con ninguna de las dos."

Con una risa, Dyanna miró a su dragón, que esperaba pacientemente su próxima orden. "Sōvegon." Vuela.

Con dos poderosos golpes de sus alas, Rhaenyra estaba de vuelta en el aire, recuperando la confianza contra la dura corriente de viento de Essos.

Los caballos comenzaron a moverse una vez más, y Brandon tarareó en el silencio por un momento. "Dijiste que se llamaba por tu madre- eran cercanas?"

Alys frunció el ceño mientras se inclinaba hacia delante una vez más. "Brandon, eres tonto?"

"Sé amable." Advirtió Dyanna mientras levantaba la mano para silenciar a Alys antes de voltearse hacia Brandon. "Mi madre tuvo que entregarme a mí padre una vez que nací. Nunca la conocí, y murió dando a luz a Daenerys cuatro años después,"

"Quién era tu padre?" Alys preguntó. "Si no te importa que pregunte."

"Jaime Lannister." Dyanna dijo simplemente y Brandon no pudo evitar soltar una risita.

"La esposa del Rey Loco y el asesino del Rey Loco." El sonrió. "Poético."

Dyanna se volvió a el con una mirada asesina. "Mi madre no fue una simple esposa. Mi madre fue la Reina de los Siete Reinos, descendiente del mismísimo Aegon el Conquistador y mi padre era un noble- salvador de Desembarco del Rey y un estimado miembro de la Guardia Real. Estoy orgullosa de mis dos padres."

"Lo siento, Dyanna, no quise causar ofensa."

Respirando profundamente, Dyanna relajó sus hombros mientras cabalgaban y asintió lentamente. "Estás perdonado. Aprende de tus errores para el futuro."

Brandon se inclinó lentamente hacia adelante para hablar con Alys. "Estás segura de que estamos apoyando a la Reina correcta?"

Alys sonrió, y Dyanna fingió no estar involucrada en la conversación. "Realmente estoy empezando a preguntarme."