Dyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey.
Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir.
Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...
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Cuando Daario y Dyanna volvieron a la Gran Pirámide, el mundo entero de Dyanna se había hecho añicos.
Ser Barristan el Bravo fue encontrado muerto - asesinado por los Hijos de la Arpía.
Con su cuerpo tendido en una fría mesa de piedra en medio de la habitación, Dyanna lo miró - y las lágrimas inundaron sus ojos mientras estaba al lado de su hermana.
Sí, Dyanna había llorado por la muerte de Jon Arryn, porque era un buen hombre. Dyanna había llorado por la pérdida de Brandon Hornwood porque era un simple chico con mucho potencial. Dyanna había llorado por mucha gente en su vida, pero ninguna de sus lagrimas contenían el dolor que sentía ahora por Ser Barristan.
Barristan era bueno, amable y leal. Era todo lo que un hombre de la Guardia Real debería haber sido, así como mucho más.
"Lo siento mucho, mi Reina." Hizdahr habló solemnemente mientras entraba a la habitación. "Era un buen hombre."
Daenerys levantó la vista pero no se giró para verlo. Dyanna no se había dado cuenta de lo mucho que la muerte del hombre había afectado a su hermana hasta este momento. Las emociones en su rostro eran verdaderas.
"Lo llamaban Ser Barristan el Bravo. Cruzó un continente para servirme. Era un amigo leal para nosotros, y murió en un callejón. Masacrado por cobardes que se esconden detrás de máscaras." La voz de Daenerys se rompió por el derrame de una nueva lágrima.
Dyanna no se había movido. No dio ninguna indicación de que fuera consciente de la conversación que se estaba produciendo a su alrededor mientras miraba a su viejo amigo.
En algún momento, Daario - que estaba detrás de ella - puso una cálida mano en su hombro en un intento de reconfortarla.
"Podríamos retroceder al Distrito de las Pirámides." Daario le sugirió a Daenerys. "Asegurarla y ocuparla como base de operaciones. Entonces, podemos limpiar la ciudad - barrio por barrio y calle por calle. Hasta que las ratas no tengan otro lugar donde esconderse."
"No." Daenerys habló - finalmente dándose vuelta para ver a su consejo. "Reúnan a los líderes de cada una de las Grandes Familias y tráiganmelos."
Hizdahr abrió y cerró su boca unas cuantas veces. "Pero... Yo soy el líder de mi Gran Familia."
Con un movimiento de cabeza de Daario a sus hombres, los Segundos Hijos detuvieron a Hizdahr y lo arrastraron.
Daenerys se giró hacia su amigo mientras pedía piedad.
Una vez reunidos todos los líderes, Daenerys y Daario hicieron una visita a los dragones - acompañados de los nuevos prisioneros.
Dyanna no los acompañó - apenas era consciente de lo que estaba pasando.
Sin embargo, si tomó atención cuando Daenerys le trajo una bandeja de comida.
"Pan y queso." Declaró mientras colocaba la bandeja en los escalones que conducían al cuerpo de Ser Barristan. "Escogí algo que es fácil de digerir."
"Gracias." La voz de Dyanna era suave mientras finalmente se alejaba de su viejo amigo para sentarse al lado de su hermana. "Por todo."
La frente de Daenerys se arrugó profundamente. "A qué te refieres?"
"Darme refugio cuando pensé que nadie lo haría. Aceptarme como tu sangre a pesar de la traición de mi padre... Mostrarme compasión que solo una hermana podría."
"Te estás olvidando de las cosas malas que he hecho, Dyanna."
"No, no las estoy olvidando." Dyanna sonrió suavemente. "Porque sin el mal no habríamos tenido nada bueno."
Daenerys asintió en silencio mientras su hermana recogía una pequeña rebanada de pan.
"Hoy hice un trato con Hizdahr zo Loraq." Daenerys observaba a su hermana mientras hablaba.
"No estaba segura de que todavía respirara." Dyanna comentó.
"Solo por poco. Casi lo doy de comer a los dragones. Le debo mucho después de mi injustificada amenaza."
"Cualquiera de ellos pudo haber matado a Barristan Selmy, no les debes nada." Dyanna siseó - tomando un trozo de comida.
"Voy a reabrir las Arenas de combate." Daenerys declaró, y Dyanna levantó la vista.
"Pensé que estabas en contra."
"Lo estoy." Inclinó la cabeza. "Pero la gente que gobierno no lo está. Sólo estarán abiertas a los hombres libres - no a los esclavos."
"Sabia decisión." Dyanna asintió.
"También se decidió que se debe hacer una alianza con las Grandes Familias de Meereen." Daenerys empezó, y Dyanna asintió lentamente de acuerdo. "Un matrimonio unirá a nuestra familia con su ciudad."
Un nudo se formó en el fondo del estómago de Dyanna. "Quién se va a casar?"
Respirando profundamente, Daenerys le envió a su hermana una mirada de arrepentimiento. "Te casarás con Hizdahr zo Loraq en una semana."
