Dyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey.
Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir.
Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...
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Dyanna se despertó suavemente, con la cabeza palpitando por el arrepentimiento de la cantidad de alcohol que había consumido.
No quiso quejarse mientras se daba la vuelta, pero no pudo evitar vocalizar su incomodidad por la habitación que la rodeaba. Parpadeando un par de veces, finalmente recuperó la vista, sonriendo ante lo que vio.
"Cómo te sientes?" Gendry estaba apoyado contra la pared, hojeando un libro que había dejado en su cómoda. Estaba de pie, desnudo, sin nada puesto mientras se relajaba contra la piedra.
"Mi cabeza-" Dyanna comenzó, pero Gendry sólo sonrió, colocando el libro de nuevo en la cómoda y tomando una copa. Dyanna se deslizó hacia atrás. "Si eso es más vino, yo-"
"No lo es." Sonrió, acercándose a ella. Dyanna tímidamente tiró de la sabana que estaba a su lado sobre sus piernas mientras él se acercaba. "Es un regalo de tu padre. No sé lo que es, y sabe horrible, pero me hizo sentir mucho mejor."
Gendry le pasó a Dyanna la copa maloliente y se estremeció ante los recuerdos. "Yema de huevo en jerez, con miel para endulzar y un trozo de hielo para que se deslice por la garganta."
Cerrando la nariz con fuerza, Dyanna abrió la boca y dejó que la mezcla se deslizara por su garganta - apenas tocando su lengua en el camino. Sacudió la cabeza mientras bajaba la copa y se estremeció. "La última vez que tuve eso era una niña. Me colé en la bodega de Cersei y me emborraché como estúpida. Mi padre lo tenía esperándome cuando me desperté."
Gendry se rió mientras se sentaba en la cama, cerca de los pies de Dyanna. "Cómo te sientes, de verdad?"
"Feliz." Dyanna asintió, mirando hacia abajo. "Un poco más viva que cuando me desperté ayer."
"Eso es bueno." Gendry asintió. "Acerca de anoche-"
"No me arrepiento." Dyanna interrumpió, observando su reacción. "Has sido lo único constante en mi tiempo aquí en Invernalia. El único en quien realmente podía confiar cuando todo lo demás parecía desmoronarse a mi alrededor. Quiero pasar más tiempo contigo - quiero saber quién es el verdadero Gendry Baratheon."
"Bueno, su apellido definitivamente no es Baratheon." Gendry se rió. "Eso es algo que tendré que aprender por mí mismo."
Dyanna le dio una sonrisa tranquilizadora. "Y estaré a tu lado siempre que me necesites para ayudarte."
La pareja se bañó y se vistió para el día - Gendry se escabulló para cambiarse a otra cosa que no fuera la ropa que llevaba para el festín, y Dyanna se vistió con una camisa holgada y un par de pantalones para montar. Realmente nunca entendería por qué Daenerys elegía usar vestidos cuando no había una ocasión.
Hoy marcó el final de las celebraciones de Invernalia. Marcaba el comienzo de la continuación de la guerra en el Sur. A Dyanna se le pidió que participara en el consejo de guerra para la toma de Desembarco del Rey, para su disgusto.
