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Han-Jae se encontraba pasando lista en la clase de segundo año.

—¿Kim Dae-Hyun?

—Vi al entrenador de basquetbol arrástralo a él y a Jae-Ho a la enfermería, señor Myung —respondió un chico al fondo.

—¿Ya pelearon otra vez? —negó con la cabeza mientras volvía a pasar la lista.

Siendo ese par los únicos faltantes, Han-Jae empezó con la clase. A mitad de su explicación dos golpes se escucharon en la puerta antes de que fuese abierta. Jae-Ho y Dae-Hyun se asomaron con lentitud, sus rostros y rodillas golpeadas con banditas en las zonas heridas.

—Venga, apresúrense y copien esto. Saldrá en el examen —fue lo único que dijo Han-Jae.

Ambos hicieron reverencias y corrieron a sus asientos.

—Empiezo a creer que ustedes dos tienen en acuerdo. —susurró alguien, pero Han-Jae pudo oírlo a pesar de estar dándole la espalda a los alumnos— Se pelean para ir a la enfermería a propósito.

—¿Qué tratas de decir? —respondió a quien reconoció como Jae-Ho.

—Vamos, es obvio que lo hacen para ver a los enfermeros.

Han-Jae dejó de escribir para prestar más atención ante la mención de Young-Soo y Ki-Jeong. Fingió revisar las páginas del libro, pero en realidad estaba escuchando la conversación.

—Claro que no, —se defendió Dae-Hyun con irritación— el enfermero Ho me aterra.

—A mí también, prefiero no volver ahí —apoyó Jae-Ho.

—Ya quisiera yo que alguien me golpease para que el enfermero Ahn me cure. —comentó alguien con voz soñadora— Es tan bonito, me encantaría salir con él.

—Claro, tu no quieres solo salir con él. Apuesto a que quieres más que solo eso.

Han-Jae apretó los labios al oír el rumbo que esa conversación estaba llevando.

—Amigo, deberías dejar de hablar así. —reprendió Dae-Hyun, pero fue ignorado.

—Es guapo, pero el enfermero Ho lo es mucho más. ¿Han visto como su trasero se mueve cuando camina? Es tan sexy—uno de ellos fingió apretar el aire con sus manos— Moriría por...

Un libro fue estampado con fuerza contra la mesa de aquel chico. El grupo de alumnos se sobresaltó al ver al profesor Han-Jae junto a ellos con una mirada sombría y una sonrisa tenebrosa.

—Señor Gyo, ¿acaso le gustaría repetir aquellas palabras en el despacho del director? —preguntó con los dientes apretados debido al enfado. El chico palideció mientras negaba— Entonces le aconsejo dejar de hablar de manera sexual de los enfermeros o de cualquier empleado de esta institución si no quiere que lo mande a limpiar los baños de tercer año con un cepillo de dientes por lo que resta del año. ¿He sido claro?

—S-Si, profesor Myung.

—Lo siento, no te he oído. —Han-Jae cruzó los brazos en su pecho y lo miró con absoluta seriedad— ¿He sido claro?

—¡Si, profesor Myung!

—Esta advertencia va para todos ustedes. No quiero volver a oírlos hablar de esa manera de las personas que se encargan de darles una buena educación y brindarles cuidado cuando están heridos —dijo antes de tomar el pesado libro y volver a escribir.

Gracias a aquellos comentarios su humor había empeorado y fue dejado en claro durante el resto de la clase. Nadie volvió a decir una sola palabra y salieron corriendo una vez que el timbre sonó.

Zero O' Clock | Novela BLWhere stories live. Discover now