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Al terminar las vacaciones de invierno y volver a los últimos meses de clases, en medio de una lección, la puerta de la clase de Han-Jae se abrió de golpe. Tanto él como los alumnos se sobresaltaron al ver al profesor Jong con un rostro aterrado.

—Necesito un favor.

Dejó su libro en la mesa e hizo un gesto a sus alumnos. Salió de la sala y tomó a su amigo de los hombros.

—¿Qué te ocurre? —cuestionó, preocupado— Hombre, te vez más pálido que de costumbre.

—Min-Seok está por dar a luz —exclamó con voz aguda.

—¿Qué demonios haces aquí entonces?

—Tenía un examen hoy en la clase de segundo B, ¿podrías reemplazarme? —rogó— Sé que es en tu hora libre, pero no hay nadie más que pueda hacerlo. Solo debes vigilarlos y guardar las hojas hasta que vuelva.

—No te preocupes, lo haré. Ahora vete a cuidar a tu esposo, y más te vale enviarme fotos de la pequeña.

Se-Hoon pareció calmarse un poco. Sacó un montón de hojas de su maleta y es las entregó.

—Te debo una grande —gritó mientras corría a la salida.

Ríe sin poder evitarlo y da la vuelta para volver al salón. No le sorprende encontrar a un montón de chicos apoyados en la puerta una vez que la abre, ni como estos fingen que no han estado espiando.

—Venga, a sus asientos antes de que les haga un examen sorpresa. —dijo en voz alta. El silencio y orden regresó en menos de un parpadeo.

Durante el día, se extendió la noticia de que el profesor Min-Seok estaba en el hospital. Young-Soo apareció por la sala de profesores unos minutos antes de que él tuviese que ir a supervisar a la clase de segundo.

—¿Es verdad?, ¿Seok-ah ya está dando a luz?

—Si, hace una hora Se-Hoon salió corriendo al hospital, y hace unos minutos me dijo que estaban viendo si Min-Seok era capaz de tener un parto natural o si harán cesaría.

—Un parto natural es complicado para un doncel, pero no imposible. Hay un porcentaje muy pequeño de donceles que han podido hacerlo.

—Suena doloroso.

—Lo sé, me da escalofríos el solo pensarlo.

—¿No quieres tener hijos? —la pregunta salió de su boca antes de que pudiese procesarla. Young-Soo abrió los ojos con sorpresa y se sonrojó un poco— I-Ignórame, hice una pregunta tonta.

—No, no es eso. Es solo que... —observó a su alrededor, solo ellos estaban en la sala en esos momentos. Lentamente se acercó hasta apoyar su cabeza en su hombro— Me gustan los niños, pero jamás he parado a pensar en la posibilidad de tener hijos.

—Ya veo. No es una decisión que pueda tomarse a la ligera. principalmente porque, bueno, los niños no se hacen solos.

Young-Soo rio, su rostro enrojeció aún más. Han-Jae lo abrazó por los hombros y besó la cima de su cabeza justo en el momento que la profesora Park entraba. La mujer soltó un ruido de sorpresa, pero después carraspeó intentando recuperar la compostura.

—Siento interrumpir, ustedes sigan —dijo, caminó hasta su escritorio y se sentó. Sus labios formaban una sonrisa que a ambos les pareció divertida.

—Lo siento, ya me voy. —dijo Young-Soo. Le apretó la mano y esbozó una sonrisa antes de irse.

Él se quedó ahí parado, un poco tímido al ser descubierto. Guardó los exámenes y caminó a la puerta.

Zero O' Clock | Novela BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora