❀ | Capítulo 03

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Llevó un trozo de carne a su boca degustando su exquisito sabor, estaba concentrada en su cena sin prestar atención a la platica de sus padres sobre negocios nuevos con algunos inversionistas en Estados Unidos. No le extrañaba, sus padres vivían viajando por asuntos de negocios ampliando alianzas con personas de distintas partes del mundo con los que en ocasiones también formaban una amistad.

Estaba acostumbrada a esto, si bien sus padres estaban todo el tiempo sobre ella advirtiéndole que no los hiciera quedar mal frente a la sociedad, pocas veces ellos estaban en casa. Ambos trabajaban en su propia empresa y regresaban a casa en la noche. La mayoría del tiempo estaba encerrada en su habitación estudiando o leyendo algún libro, de vez en cuando su nana entraba y platicaban un rato sobre cosas comunes como sus estudios.

La soledad era algo que había aprendido a disfrutar. El encierro, sin embargo, era algo que aprendió a odiar.

—Cuéntame, princesa, ¿cómo te fue hoy en la preparatoria?

El señor Park le dio un trago a su copa de vino y le regaló una radiante sonrisa a su hija quien no se molestó en devolverla.

—Normal supongo, en el taller están organizando una obra de teatro.

Esta vez la señora Park se aclaró la garganta y habló.

—¿Y tus calificaciones?.

—Perfectas mamá, como siempre.—murmuró.

El matrimonio asintió satisfecho y continuó hablando de sus importantes negocios en el extranjero mientras su única hija cenaba en silencio esperando terminar pronto para poder subir a su habitación de una vez, y así fue, no tardó más de quince minutos en terminar y subir las escaleras hasta llegar a su lugar favorito en el mundo, donde nadie le decía que hacer y solo se dejaba ser.

La casa de los Park no era para nada una mansión de diseño antiguo como muchos imaginaban, era una gran casa moderna llena de grandes ventanales con vista a las luces neón de la ciudad gracias a su céntrica ubicación. Tenían un gran patio trasero con piscina y la parte de enfrente no era tan amplia.

En cuanto Rossel cruzó la puerta de entrada a su gran habitación todo sentimiento de nerviosismo o tensión desapareció dejándola relajarse un poco.

Se sentó en el sillón frente a la ventana y conectó sus audífonos al teléfono donde comenzaba a reproducirse lovely de Billie Eilish con Khalid, miró a lo lejos los autos pasar y las luces de los locales llenando de vida la ciudad. Aquel sentimiento de nostalgia volvía y las ganas de llorar se apoderaban de su cuerpo.

Las lágrimas bajaban por sus mejillas sin siquiera pedir permiso y ella no luchaba por detenerse, era la única manera de desahogarse para no hundirse en su propio mar de sentimientos.

Sentía coraje e impotencia por ser tan cobarde y no tener el valor de revelarse contra sus padres pero era su única hija y no quería defraudarlos.

Llevó ambas manos a su rostro y quebró en llanto, estaba desesperada. Quería ser como sus compañeros de clase, quería vestir lo que a ella le gustara y no lo que sus padres le ordenaran usar, quería tener amigos a los cuales contarles sus problemas y con los cuales hacer locuras sin temor a el que dirán, quería encontrar el amor y ser feliz para siempre como en los cuentos de hadas.

No pedía mucho, ¿o si?.

La única ocasión donde experimentó una buena convivencia con personas de su edad fue a los 6 años cuando se escapó con Jimin a una fiesta de uno de sus compañeros de clase, pero tan pronto sus padres se enteraron fueron por ellos y los castigaron.

Su vida giraba en torno a estudiar, leer, escuchar música e ir a la escuela. Todo era aburrido y rutinario.

Deseaba con todas sus fuerzas poder romper aquellas cadenas que la ataban pero no se consideraba lo suficientemente fuerte como para lograrlo.

YOUTH THINGS ➳ JUNGKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora