❀ | Capítulo 18

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Se detuvo frente al gran portón de la preparatoria del cual colgaba un gran cartel anunciando el aniversario número 70. Los jóvenes avanzaban con libros, trajes en ganchos y trastes por el patio de la escuela en camino a las distintas áreas donde trabajarían.

Varios talleres prepararon trabajos para aquel día en busca de mostrar a sus compañeros lo que aprendían en aquellos cursos que tomaron al inicio del año y que otros llevaban desde que ingresaron a la institución. Rossel llevaba en su mochila el estuche de maquillaje y otras cosas extra que necesitaría para realizar la obra de teatro dentro de unas horas, sus manos temblaban y se sentía terriblemente nerviosa.

La entrada por ser un día importante fue a las 11:00 am, a excepción de los días donde tenían clases normales que entraban mucho más temprano. Agradecía por ello debido a que la noche anterior realmente tuvo bastante dificultad para conciliar el sueño.

Sintió unos cuantos toques en su hombro y de inmediato se giró encontrándose con la radiante sonrisa de Jimin. El chico vestía el uniforme escolar y en su mano llevaba un traje blanco que seguramente usaría para su presentación.

—Hola Rossi, ¿lista?

La mencionada soltó una risita antes de comenzar a caminar a la par de su primo mirando a su alrededor. Se habían vuelto un poco más cercanos.

—Los nervios son insoportables, temo arruinar todo.

El rubio asintió y alboroto un poco su oscuro cabello riendo en el proceso.

—Siempre fuiste algo tímida, pero no te preocupes, seguro todo saldrá perfecto.

Ambos llevaron sus cosas a las distintas aulas donde se prepararían, Jimin fue hasta el salón de baile y Rossel a la parte trasera del auditorio donde yacían los trajes y accesorios que usarían para la obra. Salió de allí una vez acomodó todo en una mesa y fue hasta el centro de las instalaciones donde daría inicio el evento.

La gran multitud de estudiantes estaba rodeando la tarima donde se encontraba el director de la escuela con el micrófono en manos mientras otros profesores arreglaban el sistema de sonido. Éste hacía pruebas hablando cosas sin sentido, la chica solo se dispuso a esperar como todos los demás.

—Buenos días a todos los presentes, alumnos y compañeros de trabajo.—Los profesores y trabajadores de la escuela hicieron una reverencia y el hombre continuó.—Como saben, hoy se cumplen 70 años desde que se fundó la preparatoria y como en los aniversarios pasados, este año también lo estaremos festejando. Algunos alumnos ya estuvieron presentes en los anteriores, y los que son nuevos espero que lo disfruten al máximo.

Todos aplaudieron haciendo bullicio por todo el lugar, la chica sonrió mirando a los demás.

—Con esto damos inicio al evento, ¡disfruten de lo que tenemos preparado!

De nuevo se escucharon gritos eufóricos por parte de los estudiantes y los maestros también se unían a ello. El director bajo de la tarima y una canción comenzó a sonar por el aparato de sonido aumentando la alegría en los presentes.

Rossel había estado presente en los aniversarios anteriores de la preparatoria y podía incluso decir que era una de sus celebraciones favoritas en todo el año. Era entretenido el ver las actividades y trabajos hechos por sus demás compañeros y conocer un poco sobre los distintos talleres que ofrecía la escuela. El año pasado estuvo en el taller de cocina y le tocó preparar un platillo típico de un país extranjero, se decidió por un platillo italiano y gracias a su buen sazón se llevó una muy buena calificación.

Cerca de la entrada principal se encontraban las mesas con distintos platillos típicos coreanos sobre ellas. Había una mezcla agradable de aromas que solo hacían despertar su apetito.

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