❀ | Capítulo 10

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Sus ojos se encontraban ya algo irritados por la abundancia de humo en aquel sitio. Le dio otra calada a su cigarrillo y poco después dejó salir el humo de entre sus finos labios, sintiendo aquel sabor algo amargo pero adictivo. VAGABOND de MISSIO sonaba a todo volumen en la gran bocina color negro junto al sillón de cuero marrón.

Era una de sus canciones favoritas, recordó entonces su primer tatuaje y el cómo le rogó a su padre que firmase aquel permiso debido a que era menor de edad. A los 17 años se tatuó debajo de la clavícula la frase: "Hurtin' people hurt people", era tan cierta que decidió marcar su piel con tinta para llevarla por el resto de su vida. Agradecía que a diferencia de los otros era en un lugar no tan visible, y por ende no debía cubrirlo para ir a la escuela.

Su padre fue un hombre bastante amoroso con su familia desde que tuvo uso de razón, cuando a los 17 años le pidió permiso para hacerse su primer tatuaje este alegaba que aún era menor de edad, pero Jungkook le insistió tanto que terminó accediendo e incluso se terminó tatuando algo también, ambos experimentaron juntos su primer tatuaje. Claro que después de este vinieron más y al tener la aprobación de su padre no habían complicaciones.

En la preparatoria que estudiaba, como en casi todas las que conocía no permitían llevar tatuajes por lo que debía cubrirlos con maquillaje. Como siempre, el maquillaje salvando vidas.

—Kook, pasame otra cerveza.

Tomó otra botella de cerveza de la caja y se la entregó a su mejor amigo. Namjoon ahora mismo estaba bajo el efecto de las drogas, podías fácilmente notarlo en sus ojos irritados y desorientados.

Su círculo social se reducía a dos personas: Namjoon y Yoongi. Estos eran sus fieles amigos, a los que les podía confiar hasta el más oscuro de sus secretos y aún así lo guardarían, sin mencionar que Namjoon era un sabio dios de los consejos y siempre que necesitaba alguno acudía a él. A Yoongi lo conoció de pequeño, desde siempre fueron vecinos y terminaron como mejores amigos. Namjoon era un chico huérfano al cual la vida trató bastante mal lo que lo llevó a caer en las drogas, sus consejos eran los mejores ya que de los tres éste era el mayor y el más experimentado.

Una notificación llegó a su teléfono, lo encendió sin ánimos dándose cuenta de que sólo era una solicitud de seguidor en Instagram. Miró entonces la hora, 3:35 am, en unas horas debía irse a casa para arreglarse e ir a la escuela. No pensaba dormir, realmente no tenía sueño.

La sala de la pequeña casa de Namjoon olía a tabaco y alcohol, el chico trabajaba en un taller de autos y en un restaurante los fines de semana, con el poco sueldo que ganaba rentaba aquel mini departamento. Yoongi y Jungkook solían visitarlo seguido y pasar el rato con él, era bastante agradable.

Jungkook recordó entonces que mañana era viernes y debía ir a casa de Taehyung. Seguía sintiéndose algo incómodo por ir a una casa ajena, y peor aún, de personas adineradas. Según sabía los padres de Taehyung eran unos excelentes abogados dueños de uno de los bufetes más poderosos en todo Corea del Sur. Claramente un chico fumador con vestimenta no tan refinada y lleno de tatuajes no era tan agradable a los ojos de esas personas.

Miró a su mejor amigo y no pudo evitar soltar una risita al verlo dormido en el suelo como bebé con la botella de cerveza tirada a un lado, su cabello estaba mojado por aquel líquido amarillento que hace unos minutos estaba bebiendo.

Su vista fue entonces al mayor, el chico estaba recostado en el asiento con una estúpida sonrisa mirando al techo, balbuceando incoherencias mientras sus manos se movían perezosas trazando figuras en el aire.

Sacó otro cigarrillo de la cajetilla y después de encenderlo lo llevó a sus labios para darle una calada. Se reunían una o dos veces a la semana y bueno, cada quien hacía lo que quería.

Pasaron un rato más en casa de Namjoon y en cuanto el reloj marcó las 5:30 am cargó en brazos a Yoongi como si éste fuera un bebé y se despidió del mayor.

Lo dejó en casa de los señores Min, la ventaja de todo esto es que sus padres eran muy modernos y de mente abierta por lo que no lo juzgaban ni mucho menos. Fue ahora a su casa y subió hasta el segundo piso para buscar el uniforme.

Antes de meterse al baño para darse una ducha se miró en el espejo, su cabello estaba hecho un desastre y tenía las ojeras más marcadas pero era algo característico en él. Realmente no mentía cuando decía que parecía un vagabundo, su peculiar forma de vestir complementaba su aspecto.

[...]

—Jodida mierda siento que la puta cabeza me va a explotar.

Yoongi bajó del auto con unos lentes de sol y una gorra color azul marino llamando la atención de los demás sin importarle el reglamento escolar. Bebía un café cargado que trajo desde casa y se quejaba cada dos segundos de lo horrible que era ir crudo a la escuela.

Jungkook por su parte iba como siempre, con el cabello alborotado pero controlado y notorias ojeras debajo de sus ojos. Éste no bebió tanto así que estaba normal, como todos los días.

Algunos alumnos que transitaban por los pasillos de la preparatoria les miraban como si fueran bichos raros, otros simplemente ignoraban su presencia y esos eran los que más le agradaban. Sacaron los libros correspondientes de sus casilleros y justo cuando estaban por avanzar alguien tomó del brazo a Yoongi.

—Min Yoongi, ¿se puede saber por qué trae gorra y lentes de sol? Esto no es una playa o balneario, es una escuela, debe seguir el reglamento.

El peligris soltó un largo y cansado suspiro lleno de fastidio por el alto tono que uso el profesor, la jaqueca lo tenía de muy mal humor como para estar soportando regaños.

—Profesor, vengo crudo.

Jungkook abrió los ojos a más no poder y le dio un fuerte codazo, el profesor negó en desaprobación con clara molestia.

—Eso a mi no me interesa, si quiere beber hágalo los fines de semana pero no los días que hay clases.—Alzó la voz y de nuevo el más bajo hizo una mueca—. Si no se quita esas ridiculeces se regresa a su casa y con un reporte, esta advertido.

No alcanzó a soltar alguna palabra para contradecirlo cuando el hombre ya se había retirado a pasos apresurados por el pasillo. Hizo un mohín y de mala gana se quito la gorra y los lentes.

—Maldito profesor cara de pene.

Jungkook no pudo evitar soltar una fuerte carcajada y continuó caminando a lado de su gruñón mejor amigo hacia su salón de clases.

Vagabond es una joya, todas las canciones de MISSIO son una joya, 100% recomendadas por mí xd

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Vagabond es una joya, todas las canciones de MISSIO son una joya, 100% recomendadas por mí xd. Estoy añadiendo canciones a la playlist de Youth Things y tomé algunas de ellos que se acoplan a distintas situaciones.

En fin, escuchen a MISSIO para una mejor vida. Bye bye.

YOUTH THINGS ➳ JUNGKOOK Where stories live. Discover now