❀ | Capítulo 34

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Jungkook movía frenéticamente su pie derecho mientras esperaba a que le entregaran la pizza que había pedido hace alrededor de 30 minutos. Pasaban de las 12 am y estaba un poco ansioso por ver a su amada.

Still Loving You de Scorpions resonaba a todo volumen y la cálida luz que lo iluminaba volvía el sitio aún más agradable. Frecuentaba mucho este lugar en compañía de Yoongi y Namjoon, era un bar subterráneo poco conocido y que habían descubierto en una loca noche de fiesta. La comida era sorprendentemente deliciosa y debido a que casi siempre habían muy pocas personas lograban disfrutar de la noche un poco más. Jungkook tenía la idea de que a veces la presencia de terceras personas arruina los buenos momentos, por eso siempre que quería pasar tiempo de calidad con sus mejores amigos solía visitar ese bar o cualquier otro sitio poco concurrido donde pudiera disfrutar de la compañía que estos le otorgaban.

–Jeon Jungkook, su pedido está listo.

El mencionado de inmediato se levantó de su silla y tomó la caja de pizza después de haberla pagado. Dio las gracias al chico que lo atendió y salió apresurado del sitio en dirección a su auto.

Había luna llena y la noche, a su parecer, estaba aun más hermosa de lo que usualmente era. A esta hora y por la zona donde Rossel vivía se veía muy poco transito de personas debido a la ausencia de centros nocturnos. El viento meneaba suavemente su oscuro cabello y una sonrisa se dibujó en sus labios, amaba la noche y su compañía. El día, a su parecer, era bastante caótico; sin embargo, en la noche, abundaba la calma y él amaba la calma.

Jungkook:
Ya estoy aquí ;)
[12:35 am]

Miró la barda con ambas manos puestas en su cintura e ingenió una estrategia para pasar la pizza y todas las cosas que había traído hacia el interior del patio de la mansión. Era en estos momentos donde agradecía que esta no fuera completamente de ladrillo y hubieran barrotes en la parte superior, por donde podía pasar las cosas. No tardó más de diez minutos en escuchar la dulce voz de la chica al otro lado del muro y su corazón latió desenfrenado ante el melodioso sonido de esta.

–¿Jungkook? ¿Cómo pasarás las cosas?

–Por los barrotes que hay arriba, gracias a mis 1.88 metros de altura sí llego poniéndome de puntillas.

La chica soltó una risita y Jungkook también sonrió al escucharla. Tal como lo dijo, con bastante dificultad acomodó la pequeña caja de pizza de manera vertical y la dejó sobre un barrote; luego, dentro de una mochila metió la botella de vino y puso entre sus dientes el tallo de una rosa roja que cortó de uno de los jardines de sus vecinos -al que por supuesto, se aseguró de quitarle antes las espinas-. Rossel se quedó con la boca abierta al observar al chico en la cima de la barda, había pasado ya los barrotes con bastante agilidad.

–¿Cómo lograste hacer eso?

Jungkook tomó la caja de pizza y se sacó el tallo de la rosa por un momento para decirle a la chica que la lanzaría y se asegurara de atraparla. Rossel, un poco nerviosa porque no era muy hábil atrapando cosas, se acomodó en el lugar donde Jungkook le indicó.

–Bien, voy a dejarla caer. Asegúrate de atraparla, de lo contrario comeremos pizza con hierva y como ingrediente extra, tierra.

La más baja asintió y Jungkook soltó la caja. Rossel pudo respirar tranquila cuando sintió el peso de esta caer sobre sus manos.

–Bien hecho, bonita –dijo el chico a la par que alzaba su dedo pulgar en señal de aprobación. Nuevamente puso el tallo de la rosa entre sus dientes y con mucho cuidado bajó por las pequeñas grietas y deformidades de la barda. Cuando estaba a aproximadamente medio metro de altura se impulsó y cayó de pie al suelo.

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