❀ | Capítulo 30

349 52 2
                                    

Cuando Jungkook detuvo el auto frente a lo que parecía ser una pequeña feria le entregó una mascarilla negra y él se colocó una también. Supuso que era para que no los reconocieran tan fácilmente, aún así habían muy pocas probabilidades de encontrarse con alguien conocido debido a que era una zona descentralizada.

Ambos bajaron del auto y Rossel se abrazó a sí misma cuando notó lo mucho que había bajado la temperatura desde que partieron de la casa de Jimin, estaba bastante nublado y se escuchaban algunos truenos, señal de que muy pronto comenzaría a llover.

Jungkook entrelazó su brazo con el suyo para llevarla hasta las primeras tiendas, Rossel sintió su corazón latir con rapidez y a su vez que un calor se intensificaba en sus mejillas. La cercanía le parecía cómoda, pero debido a la atracción que sentía por el chico se avergonzaba muy fácilmente frente a él.

–¿Te gusta?

Rossel asintió. –Nunca antes había estado en una feria, solo las veía por fotografías o en algunas series.

–Bueno, espero que la disfrutes, son divertidas.

La chica sonrio y se detuvieron frente a una tienda de pulseras tejidas con hilo y otras cuantas cosas hechas del mismo material. Jungkook compró dos pulseras de hijo rojo y le entregó una a Rossel.

–¿Compartimos pulseras?

De nuevo el rostro de Rossel se tornó de un rojo intenso y Jungkook sonrio por eso. Tenían puesta la mascarilla pero pese a eso era visible para él, podía ver de sus ojos a su frente.

–Me parece bien.

Y uno le puso la pulsera al otro.

Habían muchas personas andando de un lado a otro en grupo, pareja o con niños pequeños entusiasmados por comprarse helados o subirse a los juegos mecánicos. También habían unos puestos donde te ponían algún juego y dependiendo de los puntos que juntaras era el premio que podías ganar. Jungkook estuvo en uno donde debía tirar las botellas de vidrio con un tirador y se sacó un pequeño peluche en forma de cerdito, tenía una puntería bastante buena. Rossel lo intentó también pero solo tiró dos y se ganó un pequeño llavero amarillo con la figura de un pollo colgando de uno de los hilos, sonrio por eso.

Al final, cuando se detuvieron frente a una banca ambos se sentaron e hicieron un intercambio, Jungkook le regaló el peluche a la chica y Rossel le dio el llavero.

–Por cierto –dijo de pronto Jungkook llamando la atención de Rossel–, Hoseok me comentó que estabas enferma del estómago.

–Oh –bajó la mirada un tanto avergonzada y comenzó a jugar con el peluche, supuso que le preguntaron a Hobi después de notar su ausencia en los recesos–. Es cierto que no he estado muy estable recientemente por todo el estrés acumulado, pero eso es todo.

Jungkook asintió.

–Ya veo, entonces liberemos ese estrés esta noche.

El peli negro sonrio amplio y Rossel pudo ver como sus ojos se achinaron. Se levantó de la banca y extendió una mano hacia ella invitándola a seguir con su recorrido por la feria, la chica sonrio también y tomó su mano aceptando su invitación.

–Vamos.

Llegaron hasta una zona donde habían múltiples tiendas vendiendo una gran variedad de alimentos, desde helados hasta los famosos tacos mexicanos. Habían colocado mesas frente a cada una para que la personas se sentaran a cenar cómodamente, el olor de la comida era extraordinario y el estómago de Jungkook gruño en respuesta.

–¿Cómo te sientes actualmente del estómago? ¿Quieres algo de comer? ¿Algo de tomar? ¿Un helado tal vez?

Rossel solto una risita ante la lluvia de preguntas.

YOUTH THINGS ➳ JUNGKOOK Where stories live. Discover now