❀ | Capítulo 19

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Ambos miraban el panorama en un cómodo silencio después de soltarse del abrazo; Rossel había dejado de sollozar y Jungkook solo le hacía compañía esperando a que se sintiera lista para hablar, y si no estaba lista pues tampoco veía el problema en ello. A veces solo necesitamos sentir la cercanía de alguien para saber que no estamos tan solos como pensamos.

—Todo esto me tiene tan cansada.

A pesar de que la más baja aún no le contaba nada, más o menos se daba una idea de lo que pudo pasar. Desde que la vio en la escuela parecía triste.

Soltó un largo suspiro y se abrazó a si misma en busca de calmar el temblor de su cuerpo a causa del frío, maldijo mentalmente por no haber traído un suéter, la temperatura descendía cada vez más.

—Te traeré un suéter.—El tono de Jungkook era un poco burlon pero aún así su presencia le hacía sentir en confianza, así que asintió, el pelinegro no dijo más y se dio la vuelta caminando en dirección al auto.

Ahora que su mente se había despejado no entendía el porqué lo abrazó, es decir, apenas cruzaron unas cuantas palabras hace tiempo. Se sintió bastante estúpida, ¿qué pensaría de ella? Y como si aquello no fuera suficiente ahora tenía los ojos inchados por haber llorado tanto. Solo atinó a resoplar y desviar la mirada avergonzada.

El chico salió del auto con una gran sudadera color marrón, Jungkook siempre la traía en su auto por si llegaba a tener algún asunto de último momento y se le olvidaba el suéter en casa, Rossel sonrió antes de tomarlo y colocárselo rápidamente, inhalando su suave aroma en el proceso, Jungkook olía bien.

—Perdón por abrazarte.

—¿Uh?—La miró con una ceja alzada, no entendía el porqué pedía perdón por abrazarlo cuando era algo que quizá sin saber necesitaba.—No debes disculparte o avergonzarte ¿sabes? Es común saturarte y luego explotar si reprimes muchas emociones. Es bueno llorar, necesitas desahogarte.

Sonrió un poco y se recargo en el barandal mirando el río pasar debajo del puente donde ambos se encontraban, era una noche tranquila donde su cercanía se sentía extrañamente cómoda, contrario a lo que él imaginaba.

—Me siento asfixiada.—Admitió, Jungkook no espero que le confesara aquello pero aún así la escuchó atento—. Es como si fuera un cordero rodeado de una manada de lobos, todos los ojos están expectantes ante cualquier movimiento que hago para luego intentar destrozarme.

A decir verdad estaba consciente de ello, era imposible no darse cuenta de que todos los ojos de la preparatoria estaban posados en ella y Jimin, con la intención de detectar cualquier mínimo error en alguno de ellos.

—Mis padres siempre tuvieron cierta rivalidad con el padre de Jimin y por ende quieren que sea mejor que él.—Rio sin gracia, una risa amarga y sus ojos de nuevo se llenaron de lágrimas, Jungkook apoyó su mano en el hombro de la chica intentando reconfortarla—. Lo que no saben es que yo no quiero ser perfecta, no quiero ser como ellos. Quiero salir de fiesta como los chicos de mi edad, tener citas y vestir como se me de la gana. Comer golosinas hasta que no me cierre el vestido y llorar viendo películas adolescentes con una buena amiga o amigo.—Una lágrima se deslizó por su mejilla y de inmediato la limpió—. Solo quiero vivir con cierta libertad, no en un eterno encierro.

No sabía qué decir, si dijera que la comprendía estaría mintiendo; él no vivió en un ambiente tan tóxico y lleno de prejuicios, tampoco tuvo miedo de afrontar a sus padres en algún momento de su vida o llevarles la contraria cuando lo consideraba necesario. No podía comprenderla porque él no había pasado por ello, así que se quedó en silencio por unos cuantos segundos hasta encontrar las palabras adecuadas.

YOUTH THINGS ➳ JUNGKOOK Where stories live. Discover now