Min Yoongi, siempre obtuvo el primer lugar.
Park Jimin, siempre fue el segundo lugar.
Sus vidas se basaron en competir entre ellos, queriendo obtener el mayor logro en el mundo de la música.
Incluso luchando en contra de su amor, en contra de sus se...
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(Narrador Omnisciente)
Devastado. Esa era la palabra correcta de cómo Jimin se encontraba y todo lo que sentía.
¿Qué mal debía pagar para seguir sufriendo de esa manera tan cruel?
Se preguntaba el chico, sus lágrimas no había parado desde hace unos largos minutos. Se había aferrado a Yoongi y no deseaba ver qué no había quedado absolutamente nada de lo que una vez fue su hermosa casa, que con tanto esfuerzo y dedicación construyó.
- ¿P-api? - Se escuchó la tierna y adormilada voz de Jungkook.
El pequeño estaba en brazos de Jin, quien con pena en su mirada acariciaba la espalda del menor, evitando en todo lo posible que elevará su cabecita y viera tal atrocidad.
- Dime bebé - Hablo Jimin, tratando de limpiar sus lágrimas. Se acercó a su pequeño y lo tomo en brazos.
- ¿Por qué lloras papi Minnie?, Ya estamos en casita, ¿Podemos entrar? - Preguntaba el pequeño, limpiando con sus manitas las lágrimas de su papi.
- N-o... Podemos entrar amor - Respondió Jimin, con un nudo en su garganta y su corazón doliendo.
El pequeño no se había percatado de la cantidad de gente que pasaba a su alrededor, de los bomberos, el bullicio y sobre todo el humo, que aún se podía sentir, algo que había aliviado a todos los presentes, pues nadie amaba tanto su casa como Jungkook, quien adoraba salir con su papi por las tardes y ver el atardecer desde aquella azotea.
- ¿Quieres quedarte en mi casa ahora campeón? - Preguntó sutilmente el pelinegro, pues también quería evitar que su pequeño volteara a ver con interés hacia otro lado.
- ¡Si!, ¿Podemos papi? - Preguntó el menor, a lo que Jimin asintió con una sonrisa decaída - ¿Podemos ir por mis juguetes antes papi? - Ahí, Jimin no supo que responder realmente.
- ¿Quieres que te compre unos nuevos Kookie?, Tú puedes elegir el que quieras, ¿Te parece? - Claro que el pequeño se emocionó demasiado, el quería juguetes nuevos, pues sabía que aunque su papi Minnie le compraba cuando podía, no siempre era así y él se había acoplado a ello, aunque nunca se negaría a algo nuevo.
- ¡Si quiero papi Gigi! - La emoción de Jungkook, por alguna razón, alegro los corazones de todos, nadie más que él para hacerlos sentir cálidos y contentos.
- Entonces vamos - Yoongi fue ahora quién cargo al pequeño, volteó a ver a Jimin y este tenía la mirada perdida en el edificio.
- Nosotros nos quedaremos con él, lo iremos a dejar a tu casa, no te preocupes, todo estará bien - Le dijo Hoseok, tratando de dejar tranquilo a Yoongi.
Aún si sabía que todos sus amigos estarían con Jimin, él no se sentía seguro, no quería dejarlo ahí solo, quería estar con él, pero sabía que el golpe sería duro para Jungkook también, si le prestaba atención al edificio, que afortunadamente aún no lo hacía, pues de reía a carcajadas por las graciosas caras que Namjoon le hacía.
