capítulo 13

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— ¿Estás segura de que ninguno de los cuatro está en su sala común? — pregunta George mientras se asoma por el pasillo.

— Si, Ophelia me dijo que se encargaría de distraerlos durante una hora— le aseguro, saliendo de mi escondite.

— ¿Quién es Ophelia? — pregunta Fred, siguiendo mis pasos.

— La hermana pequeña de Finn. — informo.

George comienza a subir las escaleras con forma de caracol que conducen hacia la entrada de la sala común de Ravenclaw. Unos cuantos chicos se cruzan con nosotros y nos dan una mirada extraña, pero no comentan nada.

— Si un prefecto nos ve, estaremos en problemas. — dice Fred detrás de mí. Lo observo por encima del hombro.

— ¿Desde cuándo les tienes miedo a los prefectos?

— Desde que mi hermanita pequeña me obligó a hacerle una broma a mis amigos. — murmura molesto.

— Yo no te obligué.

— Obligar, chantajear, no hay diferencia. — me contesta chasqueando la lengua. Le doy una sonrisa maliciosa.

— Puedes irte, claro si quieres que mamá se entere de lo que pasó ese fin de semana durante el verano cuando ella y papá salieron y tu invitaste a Angelina a la casa y...

— Ya, ya. — murmura con ojos alarmantes. — No me estoy quejando.

— Eso pensé.

Al final de la escalera hay una lisa puerta de madera envejecida, sin picaporte ni cerradura, pero provista de una aldaba de bronce con forma de águila.

— Esta es la entrada a la sala común. — nos avisa George, deteniéndose frente a la puerta. — Al parecer tenemos que resolver un acertijo para poder entrar.

— Podremos resolverlo. — aseguro. — Los tres somos muy inteligentes.

Estiro mi mano y jalo una pálida y fantasmagórica mano que flota en el aire, como si no estuviera conectada a su brazo. Llamo una vez y el golpe de la aldaba, en medio del silencio, resuena como un cañonazo. El pico del águila se abre al instante, pero en lugar del reclamo de un pájaro, una voz suave y musical pregunta:

courageous| neville longbottomWhere stories live. Discover now