Neville Longbottom y Sophie Weasley son mejores amigos. Han compartido lágrimas, promesas y risas.
Ambos se aman, pero solo como amigos.
Ambos sueñan con el otro, pero solo como amigos.
...¿no es así?
La verdad es que están enamorados.
Pero ambos...
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—Estás celosa.
El tono de Hermione es más afirmando que preguntando.
Suelto un bufido, y me acomodo mejor la mochila sobre el hombro. Paseo la mirada por todo el pasillo, evitando intencionalmente a las dos personas que caminan frente a mí.
—Claro que estoy celosa, Hermione. —respondo sin darle tantas vueltas al asunto. —Alguien le está coqueteando descaradamente al chico que me gusta, frente a mis malditos ojos. Y lo peor es que él no detiene ese coqueteo.
Mi mejor amiga me lanza una mirada apenada.
—No pensé que Neville fuera el tipo de Parvati.
—Porque no lo es. —contesto con obviedad. —Neville es mucho más interesante que todos los chicos que le han gustado...
Suelto un gruñido furioso cuando los escucho reír, y mis ojos caen en ellos. Neville resulta muy sencillo de encontrar a pesar de la gran cantidad de alumnos que hay en el pasillo, pues su gran altura lo delata.
Él está sonriendo abiertamente mientras asiente hacia algo que Parvati le platica, no paso por alto que ella está posando su mano sobre el brazo de Neville.
—Tengo ganas de golpear algo.
—Esta tarde tienes las pruebas de Quidditch, ¿no? —yo asiento. —Pues ahí podrás golpear todo lo que quieras, por mientras concéntrate en llegar a Pociones sin meterte en ninguna pelea.
—Eso resulta difícil cuando le están coqueteando a mi chico.
Hermione suelta una risa.
—Tu chico, ¿eh? No creo que él sepa eso. Tampoco Parvati.
Gruño de nuevo, y le lanzo una mirada furiosa.
—Vámonos a la maldita clase de pociones.
Ambas adelantamos a los demás estudiantes que deambulan por el pasillo, pasamos junto a Neville y Parvati, y no puedo evitar chocar intencionalmente con él.
