Capitulo 48.

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Había pasado dos días de cuando hable con Zahia, luego de haber hablado con ella no era la misma a decir verdad, no me contaba lo que hacia ni muchos. A penas me saludaba. No almorzaba conmigo y mucho menos cenaba. La verdad no me importaba solo había dicho las cosas como son, o tal ves lo que ella deberías de haber escuchado antes. Solo hablaba con ella en el hospital en realidad nunca había sido de socializar con todo el mundo y tener muchas amigas y esas cosas.

Me encontraba sentada comiendo unas fresas mientras observaba como todo se estaba remodelando para el intercambio de la sección A y la B.

Me espante cuando escuche una bandeja estamparse en mi mesa. Mis ojos se abrieron como platos del susto.

—¿Que te pasa Zahia?

—Me ofendes y ni siquiera te acercas a mi para pedirme perdón.

—¿Te ofendí con la verdad?

—Ya basta, pensé que eras mi amiga.

—¿No que las amigas se dicen la verdad? —ella guardo silencio.

—Nunca lo pensé de la manera en la cual me lo dijiste.

—Olvida eso sigue haciendo lo que te gusta, no pienses en lo que yo te digo.

Ella dejo la cabeza abajo mientras comía, y de repente todo dio un giro de 360 grados y nos encontrábamos en emergencias atendiendo un sinnúmero de pacientes heridos por un accidente de transito.

El día fue demasiado largo, me toco cuidar de una niña de 10 años, su pelo era oscuro al igual que su delicada piel.

—¿Dónde esta mama? —me pregunto mientras sus ojos se encontraban cristalizados y yo intentaba revisar para ver que todo estuviera bien.

—No lo se bebé pero vamos a esperar, ¿Cuál es tu nombre?

—Candace.

—Bien, Candace te llevare al area de niños para que juegues en aquel lugar ¿Esta bien?

—No quiero jugar solo quiero a mi mama. —paso su mano por su cara restregando su ojo mientras notaba que el otro se llenaba de lagrimas.

—¿Como se llama tu mami?

—Dace —seque sus lagrimas y la lleve al aérea infantil para que cuidaran de ella.

—Desde que encuentre a tu madre, te vendré a buscas. ¿Esta bien?

Ella asintió.

—No pierdas de vista a la niña —le dije a la seguridad que se encontraba en la puerta.

Ella asintió y yo volví a emergencias, pero en ningún lugar encontré a su madre. Fui a la recepción a llenar unos formularios.

—Quiero el reporte actualizado de todos los que han fallecido. —pedí con miedo de encontrar el nombre de la madre de la niña en aquella lista.

—Un momento.

Mientras esperaba el listado, me quede viendo que ya todos los pacientes estaban siendo atendidos.

—Tenga la lista —me paso la chica de traje azul justamente cuando le puse la mano a la lista escuche que me llamaron.

—¡Dr. Hartd la necesitamos en el quirófano 4! —me quede intentando ver los nombres de la lista —. ¡Ahora!

—¡Ya voy! —le grite —. Guárdeme la lista, vengo en breve.

Corrí detrás de Abner.

—¿Que es lo que pasa? —pregunte mientras me lavaba las manos.

Recuérdame.Where stories live. Discover now