Capitulo 3.

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Desesperada, así me sentía había pasado un mes de la entrevista en el estúpido café y nunca recibí llamada de respuesta, me quede pensando en que quizás puse mal el numero. O que me engañaron, honestamente la vergüenza no me daba para ir al café y preguntar si me iba a contratar. Y paso otro maldito mes y yo seguía sin respuesta, honestamente perdí la fe, y estaba mas que feliz de no haberle dicho eso a mis padres.

Me encontraba estudiando, tenia que entregar dos trabajos finales para mañana, observe el reloj de mi muñeca que marcaba las 3:42 de la madrugada, agradecí que mañana las clases empezaban a las 10:30 así podría hacer bien este trabajo y aparte de eso dormir, y poder descansar.

Al terminar los trabajos lo primero que hice fue bañarme y dormir. Al otro día me sentía energizada, me levante me duche lo mas rápido que pude, y luego me tome un café, tome mis cosas y me dirigí a la universidad. No sabia el por que, pero me sentía positiva.

Entregue mis trabajos y obtuve la calificación mas alta, ¿que me asustaron con los cuatro exámenes sorpresas que pusieron? no lo niego, pero gracias a que estudie todo eso me lo sabia de memoria.

Ya nos encontrábamos en verano, todo había sucedido rápido, en unos tres días volvería a Munich, a ver a mi familia, mi tía quería ir pero no podia, al día siguiente me levante por que mi celular no dejaba de sonar. Intente ubicar donde estaba hasta que bostezando me di cuenta que no tenia el numero registrado.

—¿Bueno? —me acosté mientras esperaba respuesta.

—Hola, ¿Hablo con la señorita Pandora Hardt?

—Si, con ella habla.

—Pues usted ha sido aceptada en süßer Kaffee — Ese era al café al que había ido ya casi dos meses.

—Genial. —dije intentando controlar mi emoción.

—¿Cuándo podría empezar a trabajar?

—Me voy de viaje en dos días, a ver a mi familia que tengo un año sin verla, y volver en dos semanas.

—Bueno, pues este mismo día del mes próximo empezara su labor.

—De acuerdo, de acuerdo —estaba muy emocionada, pero guarde mi emoción y me dormí un rato, ya me encontraba supuestamente de vacaciones, por lo tanto me iría para donde mis padres y si me asignaban tareas pues las haría virtual.

Al momento de volver a ver a mi familia me encontraba bastante emocionada al llegar ellos me abrazaron fuerte honestamente necesitaba eso, subí a mi habitación estaba igual que como la deje lo único diferente eran las sabanas y las cortinas. Les hable del nuevo trabajo, por un rato se encontraron muy raro, pero luego aceptaron que seria un buen trabajo. Nos quedamos viendo películas en la sala mientras yo y Ana le acariciábamos la barriga a mama. Papa nos acariciaba el cabello.

Nos fuimos cada uno a nuestras habitaciones, al momento de acomodarme en la cama, escuche que llamaron a la puerta, me levante y hay observe a Ana.

—¿Quieres dormir conmigo? —le pregunte mientras me sonreía en respuesta.

—No me molestaría —la deje pasar y ambas nos acomodamos en la cama.

—¿Has tenido novio? —me pregunto mientras yo me ponía una de mis medias color amarillo pollito.

—Claro —respondí —. El peor novio, al principio todo fue lindo.

—¿Y perdiste la virginidad con el? —intente recordar.

—Si, ni siquiera se para que lo pienso, si fue con el, hubiera deseado que fuese con alguien más, pero bueno.

—¿A que edad la perdiste? —la mire, intentando saber por que me preguntaba todo eso.

—La noche antes de irme para Berlín.

—¡A los 19! —me miro sorprendida.

—Si —sonreí.

—El chico que me gusta... ya sabes —me miro directamente a los ojos y yo estaba entendiendo lo que me estaba diciendo —. Tengo miedo —empezó a llorar, y yo la abrace.

—¿Que paso Ana? —me preocupe —. ¿Estas embaraza... ? —no tenia el valor de terminar esa pregunta, apenas tiene 16 años.

—No lo se —seque sus lagrimas.

—¿Cuándo lo hiciste?

—Hace dos días y no recuerdo que el haya usado preservativo —me levante lo mas rápido que pude de la cama y la tome del brazo para ir a la farmacia y comprar una prueba de embarazo.

—Busca las llaves del auto de papá —estaba asustada, honestamente, si ella se embarazaba a tan temprana edad mi mamá le daría un ataque al corazón, aparte de que mi madre esta embarazada, nos subimos al auto y fuimos a la farmacia mas cercana, al llegar compre dos pruebas de embarazo una pastilla de las de 72 horas. Me volví a subir al auto, y conduci a casa.

—No se, ¿Quieres saber si estas embarazada primero o tomarte las pastillas? —me puse a pensar el tiempo y luego pude reaccionar —. Aunque en realidad debes estar cerca de la concepción por lo tanto tomate las pastillas, y guarda esas pruebas de embarazo donde mama nunca las encuentre.

Yo estaba nerviosa.

—Ana, te voy a pedir que no te vuelva a pasar algo parecido, por que sabes como podría reaccionar mama o papá, y tu apenas tienes 16 años, estas muy joven sabes muy bien lo que ha pasado la prima Carla con su embarazo a los 15 años.

Ella me miro con los ojos cristalizados intentando contener las lagrimas, y me abrazo fuerte.

—El me dejo luego de hacerlo —lloraba en mi pecho mientras me decía todas las cosas que le hizo el —. El me dijo que si teníamos relaciones sexuales, nos haríamos novios y yo le creí.

—Eres muy inteligente no se como pudiste caer en esa trampa.

—Eso es lo malo, que yo sabia que me estaba mintiendo pero pensé que aquella era la única manera de tener un momento con el.

Me quede pensando en todo lo que me dijo.

—¿Has hablado con el después de lo que sucedió? —ella negó con la cabeza —. ¿Tu le escribiste?

—No, tampoco pienso hacerlo.

Le sonreí —. Vas hacer lo que yo te digo, vas actuar como si nada entre ustedes sucedió, lo vas a ignorar, a los hombres le encanta que lo traten así, aunque te mueras por hablarle trátalo como si nada entre ustedes paso, nada, si el te habla del tema tu dile ¿de que me estas hablando?, sera la única manera de que el se confunda, ¿Crees poder hacerlo?

—Si, —me dio un beso en la mejilla. —. Lo voy hacer, lo voy a intentar.

En los últimos días visitamos a nuestros familiares cercanos, nuestros primos eran de los mas divertidos, eso era algo grandioso, honestamente los Hardt somos una real familia unida, pues ser un primo tercero y te tratamos de la mejor manera, pues respetamos a nuestros familiares y no hablamos mal de ellos.

Nos encontrábamos en una de esas buenas parrilladas que hacia mi padre.

—¡Mañana iremos temprano a hotel así que todos a dormir!

Nos encontrábamos en la casa de la hermana de mi madre, con sus dos hijos, Olivia que tiene 19 años y Santino que tiene 23.

Los dos son super divertidos, antes de irnos nos dimos cuatro shots.

Al otro día nos levantamos tempranos, nos dirigimos a el hotel, donde nos quedaríamos hasta mañana, al llegar esperamos en recepción mientras nuestros padres pagaban.

Luego de eso, subimos a las habitaciones, yo lo primero que hice fue ponerme un bikini, para luego ir al restaurante donde podíamos comer gratis, no siempre veníamos a hoteles y mucho menos nos dábamos estos placeres. Mi madre se sentía muy bien, no dejaba de comer, al igual que ella. Honestamente no sabia quien de los dos tenia mas tiempo de embarazo, solo se que mi padre le llevaba la delantera a mi madre.

En la piscina había muchas personas, puse sobre mi piel morena protector solar, y luego me entre a la piscina donde comencé a nadar.

Recuérdame.Where stories live. Discover now