Capitulo 14.

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—Amor dime que estas bromeando conmigo. —me dijo mientras me acomodaba entre las sabanas junto a el.

—No lo hago.

—¿Por que me quieres hacer esto a mi? —me cuestiono mientras me miraba sin entender nada.

—Creo que yo debería rendirle un poco de respeto a mis padres cuando estén aquí, y no quiero que te masturbes.

—Amor dime que es una broma.

—¡Duramos muchísimo mas tiempo sin tener sexo! Ósea cuando nos conocimos y eso.

—No vale, no te había probado.

—Es lo que hay.

—Ya no quiero — se cruzo de brazos haciendo el berrinche de un niño.

—El sexo sera mejor si aguantamos así que si te encuentro masturbándote duraremos dos meses —el abrió los ojos como platos —. Y hablo enserio ¿eh? —me acomode de lado y me dormí.

Sabia que para él el reto seria difícil por que todas las noches teníamos sexo, o en las mañanas y el tiempo máximo que hemos durado sin hacerlo fue una semana por que el se fue a Miami a cerrar un contrato.

Al día siguiente, me duche y me arregle para ir a la universidad. Honestamente siempre iba caminando y luego tomaba el subterráneo a Hans no le gustaba la idea pero yo ese proyecto de camino lo tomaba para ejercitarme un poco. Al legar a la universidad lo primeo que hice fue sentarme a esperar que comiencen la clase.

El día se me alargo un montón por la sencilla razón de que las clases en vez de cancelarse se pasaron para mas tarde y tarde la mitad de la tarde en la universidad. Trate de llegar lo mas rápido posible a casa, y al llegar lo primero que hice fue darme una ducha y irme a la oficina a avanzar en una tareas. Abrí las gavetas y empecé a sacar marcadores y un sinnúmeros de cosas, abrí el ordenador y empecé a hacer mis tareas. Escuche mi celular sonar.

—¿Si? —hable mientras escribía en mi cuaderno.

—¿Como te fue amor? —escuche la voz de Hans, puse el celular en alta voz a un lado de mi cuaderno para desocupar mi otra mano.

—Pésimo, las clases se pasaron a mas tardes y tengo muchas clases.

—¿A que hora llega tu familia? —me pregunto mientras yo observaba mi reloj.

—En tres horas.

—¿Y no crees poder avanzar en tres horas?

—Amor, tu sabes lo mucho que tengo que investigar, escribir y aprenderme. Hoy se que me voy a acostar muy tarde. Por que por otro lado me quedare un rato hablando con mis padres, tengo mucho sin verlos.

—Si quieres puedo ayudarte con las clases.

—No amor —escribía rápido —. No quiero que me ayudes, cuando tu tienes cosas mas importantes que hacer.

—¿Que puede ser mas importante que ayudar a mi mujer? —eso me saco una sonrisa.

—Siempre que llegas del trabajo vienes a casa a trabajar, así que no te preocupes yo puedo con esto.

—¿Estas segura? —me pregunto mientras me imaginaba su rostro.

—Si.

—Bueno, pues entonces no te voy a molestar mas. Hablamos en la cena.

Colgó la llamada y luego yo me concentre en escribir y aprender lo mas rápido posible. Mi teléfono volvió a sonar per esta vez era mi madre.

—Mamá.

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora