Capitulo 20.

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La semana sin Hans fue aburrida, salí varias veces con mi tía en las noches para no aburrirme pero nada era lo mismo, y en ese momento me di cuenta que la costumbre era algo demasiado fuerte pues sentía que no podia dormir. Que no podia dormir por el simple hecho de que Hans no estaba al otro lado de la cama.

Últimamente estaba bastante pegada al teléfono hablando con mi amiga ella dijo visitarme en menos de dos meses y yo estaba mas que emocionada por verla. Hablaba en las noches con Hans por llamada pero a veces se comportaba un poco raro, supuse que era por el estrés del trabajo pues yo me ponía igual con la universidad.

—Si amor pero cuando ya entre de interna al hospital no podremos vernos mucho y tu lo sabes —le dije mientras me acomodaba en la cama.

—¿Por que?

—No tendré tiempo, llegare de madrugada entre otras cosas.

—¿Segura que quieres vivir de eso? —me lo tome a chiste por el tono que sorprendido con el que lo dijo.

—Si, me encanta la medicina, aprenderé cosas asombrosas acerca del cuerpo humano y eso me motiva mas a seguir estudiando aparte de que salvare muchas vidas. ¡Estoy emocionada por hacer mi primera operación!

—Yo también quiero verte triunfar así mi amor.

—Me veras, y te contare todo mi día mientras te acaricio el pelo.

—Te pedí hace mucho que me acompañaras a la empresa —bufe en silencio.

—Cuando vengas amor haremos eso, no se por que quieres enseñarme ese negocio.

—Amor nunca va estar mal aprender cosas nuevas.

El resto de la semana me la pase con mi tía comiendo pizza saliendo a ciertos lugares me sentía bien con mi tía y ella conmigo. Se había alejando del hombre del cual se había enamorado en el hospital, pero yo sabia que aun no lo había superado.

—¡Obvio no lo superare de la noche a la mañana! —dijo mientras se tomaba unos shots —. No es tan fácil. —dijo con un hilo de voz triste.

—Todo estará bien.

—No se que me paso, yo siempre estoy pendiente a mi trabajo, en salvar vidas, en mis pacientes. Y viene el... y no se que  me hace que me rindo a sus pies, como una... —piensa en la palabra —. ¡Estúpida adolescente!

En eso se paso nuestra noche, en hablar de aquel hombre que la había enamorado ella quería olvidarlo y tener una familia pero se le hacia difícil encontrar a alguien, que la entendiera como aquel hombre lo hacia.

—No se que tiene... —suspiro —. Que cuando estoy con el me olvido de que quiero dejarlo atrás y seguir con mi vida, es como un poder que no puedo... —se levanto y se fue a bailar a la pista, yo la seguí y empezamos a bailar mientras cantábamos al ritmo de la canción.

Llegue a casa y me sentía cansada había llevado a mi tía a la casa le había quitado la ropa y la había acostado le dije a la mujer que limpiaba que estuviera atenta a ella.

Me lance a la cama y no se cuanto tiempo me quede dormida, solo se que mi celular comenzó a sonar.

—¿Si? —dije mientras me quitaba la ropa.

—¿Por que no me llamaste al llegar? —escuche la voz del amor de mi vida.

—Te amo mucho Hans.

—Yo también te amo. —escuche una pequeña risa. —. ¿Estas ebria? ¿Condujiste ebria?

—No, no estoy ebria mi tía si al verla en ese estado me di cuenta que no podia tomar mucho pues iba a tener que hacerme responsable de ella. Y te amo, no lo digo por que estoy pasada de copas o algo así.

Coloque el teléfono en voz alta mientras me quitaba la ropa para meterme en la cama. Termine de hablar con Hans y luego me acosté, al otro día me levante super tarde y agradecí que no debía acudir a la universidad. Hice algunas cosas en la casa y en la tarde salí a comprarme algunas cosas, como mis pastillas anticonceptivas, observe una cosa de helados y se me apeteció uno, así que lo compre y luego me senté a comérmelo. Ya eran las 17:34 hrs, ya Hans debería estar de vuelta a casa, ya quería verlo y abrazarlo.

Al llegar a casa y subir al segundo piso lo observe en el sofá.

—Oh amor, llegaste antes —dije con una sonrisa mientras me acercabas a él.

—¿Dónde estabas? —me pregunto mientras se pasaba la mano por su nuca —. Me encontré raro que no estuvieras aquí.

Reí extrañada —. Fui a comprar unas cosas y luego me comí un helado, no pensé que llegarías tan temprano.

—Mi vuelo se adelanto —le di un beso.

—Eso es bueno, ¿Cómo te fue? —empezamos a hablar de esos negocios que entendía bastante pero no me llamaban tanto la atención.

Bajamos a la cocina y empezamos a cenar, el tenia la mirada clavada en el plato mientras yo me sentaba a su lado.

—¿Que tienes? —le pregunte mientras me sentaba junto a él en el desayunador —. Últimamente has estado un poco raro.

—Estrés amor —me dijo mientras se giraba para mirarme y sonreírme.

Así nos pasamos el resto de la noche hablando de cosas que en realidad no tenia importancia, nos dirigimos a la piscina y empezamos a nadar en ella realmente el me había hecho bastante falta en el tiempo que no estuvo.

Al día siguiente no hicimos nada el estaba un poco raro yo no sabia el por que, pero tampoco quise presionarlo a que me digiera quería que le naciera decírmelo y no que se sienta presionado por mí. Había durado la mayor parte del tiempo en la oficina, haciendo unos papeleos y aparte de eso unas cuantas videoconferencias yo iba y le llevaba algo de comer de vez en cuando me pase todo el día y la tarde en la sala colocándome de diferentes maneras en el sofá pero de ningunas me sentía cómoda me encontraba usando el móvil y agradecí haber recibido una llamada de Cristal.

—Te voy a reducir el tiempo en unas semanas te voy a ir a visitar —me dijo mientras la escuchaba estornudar. —. Perdón el polvo aquí me tiene mal.

—Espero no me dejes esperando por esa visita.

—Soy impuntual pero siempre llego el día que digo que voy a ir.

—Por supuesto mandan —empezamos hacer chistes —. ¿Ya tienes novio?

—Pues no he tenido la suerte que tu por lo tanto no, no tengo novio. Estamos estudiando la misma carrera Pandora lo único que en diferentes países. Por lo tanto no tengo tiempo para estas cosas de romances.

—¿Te estas acostando con alguien? —le pregunte mientras enrolaba mi pelo en uno de mis dedos.

—Si pero realmente solo es sexo, solo me gusta su físico pero su mentalidad y la mía van en direcciones contrarias por lo tanto trato de solo disfrutar el momento como se debe.

—Lo mejor que haces amiga.

—Aunque no lo se...

—No ligues los sentimientos con el sexo —observe a Hans mirarme mientras se acercaba a mi. —. Bueno te marco mañana —le dije mientras me despedía.

El tomo asiento a mi lado y yo me acomode.

—¿Todo en orden? —le pregunte mientras lo observaba ponerse los dedos en el puente de la nariz, honestamente sabía que estaba estresado lo conocía mucho como para saberlo, lo único que no se cual es el motivo por el cual el se encuentra así.

—Si, solo estoy cansado y un poco estresado. ¿Vamos a la cama? —me pregunto mientras se levantaba y me extendía la mano.

Lo tome y subimos a nuestra habitación el entro a darse una ducha y mientras yo fui buscando una de mis pijamas y luego entre a la plataforma de la universidad para ver mi horario, observe a Hans salir del baño le sonreí y luego me entre a duchar. Tenia mucho sueño me encontraba cansada y bastante atareada con la universidad, me di una ducha relajante para luego cepillarme los dientes y salir. Me sorprendí al ver a Hans con mi celular.

—¿Que haces?

Recuérdame.Where stories live. Discover now