Capitulo 42.

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Habían pasado dos semanas, y lo único que yo quería era estar sola. Mi madre tenia que volver al trabajo y Lennis tenia que volver a su hogar.

—Deberíamos caminar un poco —me dijo Lennis —. Tienes mas de dos semanas que no vez la luz del sol. No sales, ni haces nada.

—Quiero estar sola —dije mientras perfumaba la almohada con el perfume de Hans para luego acostarme sobre ella. —. Y pensar un poco, sino te importa.

Lennis se levanto de la cama y me dejo sola. El día anterior había venido un abogado a decir que yo era la heredera universal de todas las cosas de Hans, y lo único que quería era gritarle a ese hombre en la cara, como si lo que me estuviera contando fuera importante.

Estaba flaca, no comía, solo me la pasaba durmiendo y encerrada en la habitación.

—No esta bien que la dejemos sola —escuche decir a mama.

—Ella no quiere estar con nadie —le respondió mi padre. —. Ella es una mujer fuerte, no va hacer una locura de esas que piensas ella no es así.

Observe entrar a Ana a la habitación.

—Estamos recogiendo para irnos —me dijo mientras se acercaba a mi de una manera lenta como si yo fuera a matarla o algo así —. Sabes que si quieres puedo quedarme, y hacerte compañía.

—Estaré bien.

—No me alejes Pandora —se acerco a mi —. Eres muy importante para mi, tu dolor es el mío, y no quiero...

—No voy a suicidarme Ana... te lo juro. —tome su mano. —. Voy a superar esto, se que me voy a reponer pero en estos momentos estoy quebrada, estoy mal, he perdido a una persona demasiado importante. Siento que perdí a mi alma gemela.

—¿Quieres que me quede contigo? —negué con la cabeza.

—Tienes que estudiar, nuestros padres tienen que trabajar, y Lennis tiene una familia, tengo que superar esto sola por que ustedes no siempre van a estar presentes. Voy a estar bien.

—No quiero dejarte sola.

—Antonella vendrá de vez en cuando al igual que nuestra tía, no estaré sola.

En el momento en que todos se fueron y yo me quede completamente sola en la casa, me sentía mal, triste y agotada. Me quite la ropa y me entre a la ducha, me deslice por la pared hasta llegar al piso, el agua tibia caía en mi cuerpo mientras las lagrimas rodaban por mi rostro. Al salir de la ducha y mirarme en el espejo me sentía tan mal que no podía casi respirar.

—Tu puedes Pandora —me dije a mi misma mientras me observaba en el espejo. —. Tu vas a superar esto y vas a seguir adelante. —empecé a secar mi pelo mientras intentaba controlar las lagrimas. —. No, no, no, no puedo. Sin el no puedo —intente respirar nuevamente —. Si puedo, ¿ok? si puedo. —mordí mis labios mientras contenía las lagrimas.

No podia estar en esa casa, no podia quedarme sola en esa casa tan grande sin el. Me hacia sentir peor. Así que recogí gran parte de mis cosas y me fui de la casa. No podia volver al apartamento de mi padre, por que el se lo había alquilado a unas personas. Así que fui al apartamento donde me llevo y me dijo en realidad quien era. Solo habíamos ido una sola vez que fue cuando el me llevo, luego no volvimos jamás.

Meses después.

Mi vida se había vuelto aburrida, me aleje de todos los medios, y me enfoque en terminar la universidad. No volví a la casa en la que viví von Hans, y si iba era por que necesitaba algo, pero me daba miedo estar en ese lugar.

Me encontraba en un café, bueno la verdad estaba en el café de Hans estudiando para unos exámenes. Me había dado cuenta que este lugar me daba paz, y me relajaba. Odiaba caminar por las calles, siempre encontraba personas que comenzaban a tomarme fotos o se abalanzaban sobre mi para preguntarme cosas que yo intentaba enterrar.

Recuérdame.Where stories live. Discover now