capitulo 5.

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Había salido alrededor de 4 veces con Hans, y es que honestamente me comprendía de una manera extraordinaria, me sentía muy bien con el, al punto que en mi se despertó una atracción por el, trataba de controlarla por que no quería desenfocarme de mis estudios, me llamaba todas las mañanas antes de yo irme a la universidad y me deseaba unos buenos días.

—Pandora —cerré mi cuaderno y mire a mi derecha observando a una de mis compañeras —. Iremos todos a tomarnos unas cervezas luego de salir, para festejar que nos fue bien en los exámenes de esta mañana ¿Podrías ir? —sonreí y lo pensé un poco —. Por favor, casi no socializas.

—Esta bien —cerré el resto de mis libros y ella me estrecho la mano.

—Carolina, pero puedes llamarme Caro —le di mi mano.

—Pandora pero puedes llamarme Pan —empezó a reír.

Al terminar la jornada de clases nos fuimos directamente al bar, pedimos una cantidad de cervezas, yo me iba riendo de los payasos del curso, siempre estaban haciéndote reír algo que sorprende mucho, ya que uno de ellos lo encontré llorando... pero no dije nada, no opine ni me hice notar, puse una parte del dinero y luego me fui a casa.

Puse mi celular a cargar estaba apagado, y no podía aguantar a que subiera, quería saber si Hans me había testeado, mientras esperaba que el teléfono tomara carga me quede pensando en el, trataba de pensar en el, lo menos posible pero no lo lograba, era todo lo contrarío siempre lo llevaba presente, y cuando no me llamaba en las mañanas me desesperaba, había pasado dos meses de cuando me llevo a comer pollo. Y ni siquiera en todas las otras veces que salimos nos hemos besado.

Siendo sincera tenia muchas ganas de besarlo... y ganas de otras cosas con el, pero llevábamos todo con calma, algo que en realidad no me molestaba para nada. Después de unos minutos observe que tenia algunos mensajes de el.

Los respondí super emocionada, se que el no me iba a responder de una vez, así que me duche y me prepare una sopa instantánea, arregle mi cama, para acostarme en ella y en la pequeña mesa de noche que había junto a mi cama coloque mi celular, con la emoción de que el me respondiera, claro, que termine durmiéndome de tanto esperar. Al despertarme note que aun no me había respondido, y pensé en escribirle pero no quería que pensara que estaba desesperada así que me contuve.

Me puse de pie,  y camine al comedor donde me puse hacer unas tareas, al terminar limpie un poco la casa y luego me quede viendo un par de películas, escuche mi celular sonar, así que pensé que era Hans, pero me equivoque, era mi hermana Ana, conteste y volví a la sala, me acomodé en el sofa y tome mi helado.

—¿Qué pasa? —hable mientras observaba mi película.

—Quería llamarte, para que habláramos del chico.

—¿No pudiste hacerlo cierto?, no te culpo es difícil pero practicando lo lograras.

—No, si lo hice, y logre el objetivo anoche me llamo a eso de las tres de la madrugada, y empezó a decirme que pare de tratarlo como si nada entre nosotros funciono.

—¿Y que hiciste?

—Le dije que estaba equivocado y colgué —reí, esa era exactamente de actitud que ella debía tener.

—Muy bien te felicito.

—Luego vino hoy a medio día a casa, se veía triste, y no puede evitar hablarle, al final baje la guardia.

—Hiciste muy bien, claro yo hubiese aguantado mas, hasta el punto que me llore.

—Eres muy mala, aún no puedo creer que perdiste tu virginidad con tu novio y en ese mismo momento, justo después de terminar lo dejaste.

Recuérdame.Where stories live. Discover now