Capitulo 12.

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—Estas estudiando algo que te va a quitar todo el tiempo de tu vida —dijo mi tía mientras almorzábamos —. ¿Sabes por que? —negué con la cabeza —. Por que tu tiempo se lo dedicas a otras personas, todo tu tiempo se lo vas a dedicar a personas que quizás ni siquiera son importantes en tu vida.

—¿Que me quiere dejar dicho con eso? —la cuestione mientras pasaba mis manos por mi rostro.

—Tres cosas, le vas a dedicar tiempo a personas que se van a volver muy importante en poco tiempo al tanto que llores cuando pierdas el paciente. Dos este tema te esta distrayendo de una manera muy mala, estas mas pendiente en el amor que en tu carrera, y por ultimo —suspiro y me miro directamente a los ojos —. Tu vida se basara en un hospital, si no aceptas ese hombre vas a terminar sola, mírame enamorada de un doctor, por que claro si llegas a terminar con el novio que tienes ahora, tendrás un amorío con un doctor, y las mayorías son casados.

—Bien, me mudare con el. No quiero tener amoríos con personas casadas.

—Exacto —me guiño un ojo —. Terminaras muy herida al respecto.

El buscapersonas de mi tía empezó a sonar se levanto rápido de la mesa, dejo el dinero para pagar el almuerzo y se fue volando.

Al llegar a casa, empecé a empacar mis cosas, honestamente me gusto mucho vivir sola fue una experiencia bastante agradable. Mi celular empezó a sonar, y al ver la pantalla era Hans.

—¿Si? —hable mientras tomaba mis hermosas medias de colores.

—¿Qué haces? Quiero invitarte a cenar esta noche.

—Estoy recogiendo mis cosas.

—¿Como? ¿Que paso?

—Me mudare contigo.

Escuche una risa a través de la llamada.

—¿De veras?

—Si, estoy recogiendo mi ropa.

—¿En cuanto estas lista para pasar por ti? —una sonrisa se formo en mis labios.

—En unos quince minutos.

—Bien, pues pasare por ti en veinte.

—Esta bien.

Colgué y continue arreglando mi ropa, claro las mas esenciales no sabia si por alguna razón me peleaba con Hans y me iría de su casa. Me di una ducha y lave mi pelo, me observe en el espejo y corte las puntas de mi pelo negro. Al terminar me puse un pantalón alto y una blusa manga larga con una correa blanca, tome mi bolso me puse unos tenis y en la sala espere que llegara Hans. A los tres minutos recibí una llamada de el pidiéndome que bajara, y así lo hice.

Al bajar me encontré a Hans en esmoquin recostado de una Ranger Rover blanca, rei y me acerque a el.

—Buenas noches —le di un beso corto.

—Buenas noches —me enseño la perfección de su sonrisa y sentí unos nervios de otro nivel.

Tomo mi bolso y lo puso en el asiento de atrás para luego abrirme la puerta, por una parte me sentía un poco rara, el tomo mi mano y la entrelazo con la de el.

—¿Estas nerviosa? —bufe.

—Claro que no.

—No me mientas —sonrió —. Cuando estas nerviosa o enojada tus manos sudan.

Me quede en silencio puesto que el tiene razón en lo que esta diciendo.

—¿Por que estas nerviosa? —se giro a verme un segundo.

Recuérdame.Where stories live. Discover now