Capitulo 7

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—Vamos se que puedes —dije tomando la mano de Hans para poder subirme en aquella roca.

—Pensé que íbamos a ir a un parque, no a una jungla.

—Si, pero debes aceptar que esto es hermoso.

Honestamente si lo era, todo era verde, y estaba húmedo pero seguía siendo precioso, deje mi mochila a un lado cuando llegamos a un hermoso lago, en las horillas habían pinos super altos, y el agua era super azul.

—¿Sabes nadar? —me pregunto mientras se quitaba los zapatos.

—No me digas que vamos a entrarnos ahí —amarre mi pelo.

—Claro que lo haremos.

Camine por el puente.

—Júrame que no hay cocodrilos o cualquier animal que nos pueda matar.

El sonrío. —Solo hay pequeños peces... creo.

Al girarme a verlo, él estaba en boxer, su cuerpo me distrajo un poco no voy a negarlo. Le di la espalda y me quede viendo el hermoso y tranquilo lago.

—Vamos Pandora tu puedes —me aliente a mi misma, mientras me quitaba la ropa —. No va a ver un megalodon ahi dentro, ni cocodrilos —suspire —. Controla la talasofobia y megalofobia.

—Tu puedes —el puso sus manos en mis hombros mientras yo sentía nervios —. Pero no estas obligada a hacerlo.

—Tengo dos fobias estúpidas en realidad —Reí —. Puedo hacerlo —musite.

me voltee hacia el, y le di un beso corto. El corrió y luego salto al lago, yo me quede esperando que subiera para poder entrar, cuando lo vi me sonrió.

—Vamos Pandora —dije mientras corría decidida . —Sin pensarlo tanto.

Mi único deseo en ese momento era no pegarme al entrar al lago, hasta que sentí como esa agua tan fría y agradable me cubría, me sentí bien, pues hacia un calor increíble. Nade hasta donde Hans quien me dio un beso corto.

—¿Te sientes bien? —me pregunto mientras empezaba a flotar.

—Si, de maravilla —le sonreí.

Duramos horas en el lago, y luego fuimos a un lugar a comer me sentía bien con el, me gustaba mucho. Nos sentamos en el lugar, mi cabello estaba muy mojado. Tome asiento en una de las sillas y observe el menú, habían muchas cosas y no sabía que elegir para comer pero si sabia que me encantaba observar a Hans, a veces cuando leía cosas se le escapaba una sonrisa. Y se me había vuelto costumbre esperar esa sonrisa siempre y cuando el no supiera que lo estaba mirando.

—¿Cuánto tiempo tenemos saliendo? —me pregunto mientras bajaba el menu y me miraba a los ojos.

—Todo depende, por que puede ser que para mi estamos saliendo desde la primera vez que fuimos a comer pollo, o desde la vez que fuimos al disco bar de tu tío.

—Tienes razón, pero para ti ¿Cuánto tiempo llevamos saliendo? —me pregunto mientras tomaba el agua que había en su vaso.

—Creo que desde que nos besamos, hace un mes y tres semanas, casi dos meses en pocas palabras.

—Yo siento que estamos saliendo desde antes.

—Pensándolo bien yo también, siento que estamos saliendo desde la vez que fuimos al parque, y duramos mucho rato hablando de cosas estúpidas pero para nosotros interesantes.

Me dio una sonrisa de respuesta, ordenamos y luego cuando ya nos encontrábamos comiendo levante la mirada para observarlo comer.

—¿Y estas enamorada de mi? —me cuestiono —. ¿Tu sientes que me amas?

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora