2

2.1K 190 28
                                    


Es miércoles por la tarde, y el día esta lo bastante hermoso como para quedarme en casa leyendo como siempre, así que después de colocarme un ligero suéter, decido salir a la calle para dar un paseo. Lo único que necesito es poder despejar la mente, y sé que el aire fresco del parque que queda cerca de casa me ayudará con eso.

Al llegar, me siento en uno de los bancos y observo a los niños de todas las edades que se encuentran jugando por allí, en compañía de sus padres. Otras personas, sin embargo, están paseando a sus mascotas. Me gustaría poder tener un perro también, o quizás un gato, pero con el trabajo que tengo me es imposible pues no tendría tiempo para cuidarlos debidamente.

Siento mi celular vibrando en el bolsillo delantero de mi pantalón, indicando que tengo una llamada. Lo tomo y veo el nombre de García en la pantalla. Un poco extrañado, analizo la posibilidad de que me necesiten para un caso, y un poco ilusionado contesto.

—Hola García —saludo como de costumbre, ligeramente ansioso.

—Hola cariño, ¿cómo estás?

—Bien, estoy en el parque, ya sabes, aprovechando un poco estas "mini vacaciones". ¿Necesitan ayuda con un caso? —cuestiono esperanzado y sin perder más tiempo. Necesito saberlo ya.

—Nada de eso, guapo. Solo llamaba para escuchar tu voz aunque sea por celular, todos aquí te extrañamos mucho, encanto.

Estoy decepcionado, pero aun así sonrío ante sus palabras, y es que hablar con García siempre logra ponerme de buen humor.

—Yo también los extraño, no veo la hora de volver. Me voy a volver loco si sigo otra semana encerrado en casa —confieso frustrado.

—Nadie dijo que debías quedarte encerrado, corazón. ¿No has salido en todos estos días?

—Honestamente no. ¿A dónde iría de todos modos?

—Eres más aburrido que Hotch, y eso es decir mucho —ambos reímos un poco—. Bueno, guapo, tengo que dejarte. Me alegra bastante hablar contigo, pero debo seguir trabajando, espero verte pronto de nuevo.

—Nos veremos en unos días, García, gracias por llamar. También me alegra haber hablado contigo.

—Hazme un favor y sal a divertirte esta noche por mí, ¿quieres?

—Lo intentaré —sonrío—. Adiós.

Cuelgo y vuelvo a guardar mi celular en mi bolsillo. Decido quedarme un rato más en este agradable lugar, disfrutando el calor de la luz solar y la brisa fresca.

En mi mente sigue dando vueltas lo que sucedió hace tres días con Hotch. No puedo dejar de pensar en la conversación que tuvimos y en lo muy preocupado que se veía por mí esa mañana. Se que necesito hablar de mi problema con alguien pero él es mi jefe. No puedo dejar que sepa esto y piense que debo abandonar la UAC porque soy débil y me aconseje dedicarme a otra cosa.

Por otra parte, existe alguien que sabrá aconsejarme y en quien sé que puedo confiar; Morgan. Él sabrá como ayudarme, pero debo asegurarme que esta vez sí me guarde el secreto. Sé que podré convencerlo de ello.

Con eso en mente, decido marcharme y llamarlo por teléfono para cuadrar un encuentro con él lo más pronto posible. No hay nada que desee más que poder dormir en paz al menos esta noche y Morgan es mi única opción. Después de todo, me ha ayudado bastante en otras ocasiones. Él es como el hermano mayor que nunca tuve y agradezco mucho tenerlo en mi vida.

Horas mas tarde, con el sol ya ocultándose, me preparo para ir al sitio donde me citó Morgan. No sé que lugar sera ese, simplemente anoté la dirección que me dio sin hacer muchas preguntas.

I Crave You. (Hotch/Reid/Lucifer)Where stories live. Discover now