18

1.3K 151 108
                                    

El pensamiento de que debo darle un poco de espacio a Lucifer, se va tan pronto como conprendo que entre Hotch y yo nunca habrá nada más que una amistad. Tampoco quiero pensar en que, muy posiblemente, el excéntrico hombre sólo me interesa porque puede servirme como distracción para dejar de pensar en mi jefe. Aunque suene egoísta, sólo puedo pensar en que no quiero estar solo el día de mañana, al menos por esta vez quiero que sea diferente.

Tomo mi celular sin darle más vueltas al asunto, marco el número de Lucifer, que ya me he aprendido de memoria, y me siento a esperar.

—¡Doctor! Pero que agradable sorpresa —el alegre y efusivo tono de su voz me pone de buen humor instantáneamente.

—Hola, Lucifer, espero no ser inoportuno.

Cruzo las piernas sobre el sofá, buscando más comodidad, mientras espero un tanto impaciente una respuesta favorable.

—Para nada, nunca estoy ocupado en las mañanas y menos para ti. Pero dime, ¿a que debo el honor de esta llamada? —pronuncia con exagerada cordialidad.

—Extrañaba hablar contigo —confieso de forma simple y honesta.

—Naturalmente, eso le pasa a cualquiera que tiene el honor de conocerme —no puedo evitar reír—. Yo también —se sincera luego de unos segundos y esa respuesta me emociona—, pero no estaba muy seguro de si querías hablar conmigo.

—Yo tampoco sabía si tú lo deseabas —digo vacilante—, pero hoy decidí averiguarlo. ¿Qué harás mañana? —interrogo y me muerdo el labio inferior, con los nervios apoderándose de mi cuerpo.

—Nada especial, ¿tienes algo en mente?

—Bueno, mi jefe me dio unos días libres por mí cumpleaños, y pensaba que tal vez podía utilizarlos para ir a visitarte, si es que estás de acuerdo —propongo, tratando de sonar completamente natural, aunque en realidad me invade el miedo de recibir una negativa.

—¿Mañana es tu cumpleaños? —suena sorprendido.

—Sí, pero eso no es tan importante, será como cualquier otro día —digo, restándole importancia.

—Te tengo una mejor propuesta; iré a verte yo. Debemos celebrar en grande —suelta entusiasmado.

—No, eso no —contesto alarmado—, sólo quiero que pasemos un rato agradable, nada de fiestas ni nada —me apresuro a aclarar, casi horrorizado ante la idea de una gran celebración.

—¿Y quién habló de una fiesta? Dije que debíamos celebrar, pero nunca especifique como —el tono sugerente en el pronuncia las palabras hace que se me nuble la mente por unos instantes.

Carraspeo, un tanto incómodo, tratando de alejar de mi cabeza las miles de posibilidades que abarcan esa frase.

—Me parece bien —afirmo, tratando de sonar calmado.

—¡Perfecto! Entonces te veré mañana en la tarde —comenta entusiasmado.

—Esperaré ansioso —me atrevo a decir—. Adiós, Lucifer, cuídate.

—Igual tú, mi querido Doctor.

La llamada finaliza y me quedo extrañado al no recibir un comentario final lleno del extraño humor de Lucifer, aunque tampoco es que eso sea muy relevante.

Por mucho que haya querido pensar que la única razón por la que quiero tener cerca a Lucifer es para olvidarme de Hotch, la realidad es más poderosa y no me queda más que aceptarla; él me gusta.

Muy temprano, aún estando en la cama, recibo la efusiva llamada de una entusiasta García, deseándome un feliz y bendecido cumpleaños, seguida de JJ, quién igualmente me hace saber sus buenos deseos para este día.

I Crave You. (Hotch/Reid/Lucifer)Where stories live. Discover now