11

1.5K 166 106
                                    


—Son las dos de la madrugada, Reid. ¿Se puede saber dónde demonios estás? —puedo notar el enojo en su voz y trago saliva nervioso.

—¿Eso importa? —contesto, evadiendo su pregunta con otra pregunta. No es algo muy ingenioso, lo reconozco.

—¿Te parece que no? —se ha desatado una guerra de preguntas sin respuestas—. Ni siquiera avisaste que ibas a salir. Todos pensamos que estabas en la habitación, pero cuando entré no te encontré. Te estuve esperando desde entonces, pero como no llegabas no me quedó más opción que llamarte. Estaba preocupado, Reid, pudiste avisarme que llegarías tarde —baja el tono de voz al pronunciar la última frase.

Una pequeña chispa de alegría invade mi cuerpo al saber que aún se preocupa por mí. No puedo evitar sonreír como idiota, pero cuando noto la mirada inquisitiva de Lucifer sobre mí, vuelvo a mi expresión seria. El hecho de que me esté examinando tan indiscretamente me incomoda.

—Lo siento, no creí necesario avistarte, no pensaba tardarme mucho. Pero se me pasó el tiempo sin darme cuenta. Perdóname —me disculpo en voz baja, realmente estoy apenado.

—Bueno, eso ya no importa. Dime donde estas, pasaré a buscarte —su voz vuelve a sonar demandante.

—No es necesario, mejor descansa, yo llegaré en un taxi enseguida.

—Nada de taxi, lindura, yo te llevaré —casi grita Lucifer, mientras me guiña un ojo. Estoy seguro de que su única intención es que Hotch lo escuche y le hago un gesto de que guarde silencio, aunque ya es tarde.

—¿Quién está contigo? —cuestiona Hotch.

—Emmm, un amigo —digo lo primero que se me viene a la mente, aunque no tenga sentido, pues yo no tengo amigos—. De verdad no tienes que preocuparte por mí. Llegaré enseguida —intento persuadirlo para que deje el tema.

—No tienes amigos, Reid —afirma lo obvio, con voz tensa.

—Estoy con Lucifer Estrella de la Mañana —confieso finalmente, y veo que el mencionado me sonríe ampliamente al escucharme nombrarlo.

—¿Con quién? —pregunta confundido.

—El consultor privado. Ya sabes, el que estaba con la detective Decker en la mañana —le explico, nervioso. Sé que esto no va a agradarle y lo que menos quiero ahora es escuchar reclamos o un sermón. Pero también sé que de nada servirá ocultarle la verdad, él hará lo que sea por descubrirlo.

—¿Qué estás haciendo con ese tipo? Ni siquiera lo conoces —reclama, molesto. Suspiro.

—No voy a discutir esto contigo por teléfono —casi susurro, intentando que Lucifer no escuche. Lo escucho suspirar del otro lado.

—Mándame la ubicación, iré a buscarte —ordena.

Quisiera estar molesto por la forma en la que se está comportando conmigo ahora, pero lo cierto es que me encanta esa actitud tan autoritaria que lo caracteriza. Dios, soy tan sumiso.

—Bien, nos vemos —cuelgo.

Ingreso a mi Whatsapp para mandarle la ubicación. Aún puedo sentir la intensa mirada de Lucifer.

—¿Era el dueño de tus fantasías más impuras? —lo escucho preguntar.

—Hotch vendrá a buscarme enseguida —le digo. Vuelvo a guardar mi celular en el bolsillo de mi pantalón.

—¿Tan pronto? —finge un puchero—. Pero si recién nos estamos conociendo, Doctor, ¿por qué la prisa?

—No estaba prestando atención a la hora, y la verdad ya es muy tarde. Mañana debo levantarme temprano para seguir con la investigación —sonrío a modo de disculpa, por tener que abandonarlo de forma repentina.

I Crave You. (Hotch/Reid/Lucifer)Where stories live. Discover now