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Me veo obligado a interrumpir mi agradable mañana de lectura cuando escucho unos golpes en la puerta principal. De mala gana, dejo el libro sobre el sofá y camino con pasos perezosos hacia la puerta. Cuando la abro, las centelleantes lentejuelas que adornan la chaqueta de García casi me dejan ciego.

—¿Cómo es eso de que llevas tiempo saliendo con el jefe y no me lo habías dicho? —el reclamo sale de sus labios mucho antes que un saludo.

—Buenos días, Penelope —sonrío de forma cortez, para disfrazar mi incomodidad.

—Ahórrate tus buenos días —dice molesta, apartándome con su cuerpo al atravesar el umbral.

—Claro, adelante —murmuro, antes de cerrar la puerta nuevamente y seguirla hasta el sofá.

—Debo admitir que fue una inmensa sorpresa para mí, nunca me imaginé que Hotch era del otro bando —comenta con notorio entusiasmo, luego de sentarse—, pero el hecho de que piense que hacen una hermosa pareja, no te exonera de la terrible culpa de habérmelo ocultado —vuelve a recriminar.

—Te lo iba a decir, lo juro, es sólo que nos estamos tomando nuestro tiempo. Pero, ¿cómo te enteraste?

—Morgan —sonríe ampliamente.

—Claro, debí suponerlo —ruedo los ojos.

—¿Cómo es que se lo contaste a Morgan antes que a mí? —inquiere de forma casi dramática.

—Porque creí que ya lo sabías, ¿no se supone que eres la diosa de la sabiduría? —digo burlón.

—No te pases de listo conmigo, niño bonito —me dedica una mirada amenazante. Alzo los brazos en señal de paz.

—Hasta ahora todos se lo han tomado bien, excepto JJ —afirmo con pesar.

—¿Te dijo algo malo? —interroga preocupada.

—Hablamos una noche y se comportó de forma muy extraña, dijo que se alegraba por ambos, pero se notaba mucho que no estaba siendo sincera. No sé que sucede con ella —admito, bastante confundido y un poco dolido.

—Ay Reid, no entiendo como es que puedes ser tan perceptivo para algunas cosas, pero un completo idiota para otras —la miro atentamente, un poco ofendido—. A JJ le gustas desde que se integró al equipo.

—¿Qué? No, eso es estúpido —digo, entre confundido y asombrado—. Además yo soy gay.

—Y tal vez ella no lo sabía hasta ahora —se encoge de hombros—. Dale un poco de tiempo, estoy segura de que se le pasará.

—Espero que sí, no quiero que todo se vuelva raro entre nosotros. Nunca la he visto como nada más que una amiga.

—Lo sé, y eso no es tu culpa. Estoy segura de que ella también lo sabe. Por ahora sólo concéntrate en ser feliz, te lo mereces, mi chico maravilla —me sonríe de forma casi maternal. No puedo evitar sonreírle de vuelta.

—Todo esto es muy nuevo para mí, nunca pensé que me interesaría una vida en pareja hasta que conocí a Aaron —admito, simplemente feliz de poder hablarlo con alguien.

—Awww, eso es tan lindo, Reid. Entonces van muy en serio, ¿no? —cuestiona entusiasmada.

—Sí, él me dijo que va a presentarme a Jack este fin de semana, eso me tiene un poco preocupado. No es que sea muy bueno con los niños, ¿algún consejo?

—Horneale galletas —aconseja sonriente.

—Mis dotes culinarios son muy mediocres —reconozco, con cierta vergüenza.

I Crave You. (Hotch/Reid/Lucifer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora