25

1.3K 115 55
                                    

La emocionante perspectiva de perderme dos días enteros en un lugar remoto con Aaron Hotchner, no ha abandonado mi mente desde que él mismo me lo propuso en su oficina, hace dos noches atrás. Intento no pensar mucho en ello, aunque las ansias me estén matando lentamente, ya que no es el momento más propicio. Es evidente que a él también le afecta tener que esperar y, sobretodo, tenerme cerca sin poder tocarme. Nuestra necesidad del otro se ha vuelto tan grande, que no nos atrevemos a mirarnos siquiera, para evitar actuar de forma imprudente frente a los demás.

Pensando en eso, me es difícil asimilar que fuimos capaces de mantener a raya nuestros deseos durante tanto tiempo. Pero bueno, las circunstancias eran otras, y ahora que ya nos hemos liberado de todo lo que nos detenía, es difícil no sucumbir ante la tentación.

Llegamos al hotel Hudson Street por el nuevo caso; hombres que vacacionaban en el lugar, violados y asesinados en sus propias habitaciones de hotel.

Hotch y Gideon toman la tarea de entrevistar a la recepcionista, mientras que Derek y yo nos dirigimos hacia la azotea, para hablar con el conserje que halló el último cuerpo en el armario de la habitación, cuando se disponía a limpiar.

Al verlo, me sorprende pensar que es un chico guapo, a pesar de su aspecto desaliñado. Cuando hablamos con él, noto instantáneamente que tiene serios problemas de interacción social. Completamente despistado, casi confundido incluso, es incapaz de responder con seguridad todas nuestras interrogantes. Al final, cuando nos quedamos el uno frente al otro y él me pregunta cuánto tiempo tardará su mente en olvidar la atrocidad que ha visto, siento como si estuviera hablando con mi propio reflejo, a través de un espejo. Le digo con honestidad que no lo sé, antes de alejarme con un escalofrío recorriendo mi cuerpo.

En la noche, estando ya recostado en mi cama, no puedo apartar de mi mente a Adam, el chico introvertido, y la extraña pero no desagradable impresión que me ha dejado conocerlo.

—¿En qué piensas? —el cuestionamiento me saca de mis cavilaciones.

Giro la cabeza para toparme con la inquisitiva mirada de Elle, quien está sentada en la cama de al lado. Nos hemos quedado en el mismo hotel de los asesinatos, obligados a compartir habitación, ya que sólo cuatro estaban disponibles. Al menos aquí no han matado a nadie, o eso espero.

Antes de que pueda responder, la morena sonríe con picardía y agrega: —¿Acaso interrumpí algún pensamiento inapropiado que estabas teniendo sobre el jefe?

Suelto una pequeña risita y me coloco de costado en la cama, para poder quedar cara a cara con ella. —Por esta vez no —bromeo.

—¿Ya hablaste con él? —también se recuesta de lado para encararme.

—Jamás creí que mi vida amorosa te pudiera resultar tan interesante —digo de forma burlona.

—Reid, jamás te he visto en pareja con nadie, esto es algo extraordinario, no me puedo perder los detalles por nada en el mundo —finge extrema emoción—. Además, es información exclusiva sólo para mí, porque no has hablado de esto con nadie más, ¿o si?

—Con Morgan, pero no porque yo quisiera. Él ya lo sospechaba, y no hice más que confirmárselo. Afortunadamente se lo tomó muy bien —suelto un suspiro de alivio.

—No sé por qué te preocupaba que lo supiera, Morgan es un terroncito de azúcar con las personas que aprecia, y a ti te adora, obviamente iba a entenderlo —afirma con una sonrisa—. Pero nos estamos desviando de lo importante, ¿qué pasó con Hotch?

—Acordamos tener una cita —me sonrojo un poco al admitirlo.

—Entonces la cosa va en serio —afirma, con mirada entusiasta.

I Crave You. (Hotch/Reid/Lucifer)Where stories live. Discover now