PARTE 58

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Cuando Wen Rouhan llegó lo último que esperó encontrar fue a Cangse Sanren aterrorizando a los herederos de secta y a su propio hijo.

Todos estaban nerviosos ante la presencia de la mujer.

Wen Rouhan y Cangse Sanren eran amigos, los mejores amigos para ser sinceros.

Con eso en mente decidió acercarse y hablar con ella.

Nunca esperó algo como lo que estaba escuchando de Cangse Sanren.

Ella de la nada empezó a hablar sobre lo que había pasado hace trece años en Yiling.

—A-Ze y yo te dejamos en la posada más cercana a nuestra misión.

Wei Wuxian se estremeció, no estaba listo.
Los demás se vieron los rostros, pero no se movieron. Lan Wangji tomó a Wei Wuxian sobre su regazo y empezó a mimarlo con todo el amor que le podía profesar.

—Cuando llegamos a Yiling, los aldeanos nos pidieron ayuda. El problema era en un templo, la deidad había sido corrompida. A-Ze, tu padre, él se había negado al principio y sugirió pedir ayuda a las grandes sectas. Yunmeng Jiang era la más inmediata por la cercanía, Qishan Wen era la indicada porque Yiling pertenece a sus dominios.

Wen Rouhan sólo pudo verla y beber del vino que había pedido.

—Yo le insistí en que no era necesario, por las descripciones era solo un ente corrompido, él y yo eramos lo suficientemente poderosos para detenerlo. Y así lo hicimos.

Jiang Cheng vio a su hermano, Wei Wuxian estaba acurrucado en el regazo de Lan Wangji.

—Al llegar al templo, todo era tranquilo, no había nada. Así que limpiamos energías y colocamos talismanes de protección. A-Ze estaba contento, terminaríamos rápido. Pero no fue así, A-Ze nunca salió.

Wei Wuxian ya había empezado a llorar. Lan Wangji le susurraba palabras de amor y de ánimo. —Estoy aquí, amor, esta bien que lo sepas.

Wei Wuxian se escondió en Lan Wangji lo mejor que pudo.

—Cuando A-Ze y yo íbamos a retirarnos, un niño entró al templo y me golpeó en el vientre. Dijo que lo que estaba allí le pertenecía a la deidad. Yo no sabía. Lo dicho fue en un sollozo.

Jiang Yanli se acercó a Cangse Sanren para darle consuelo. Wen Rouhan también lo hizo. Wei Wuxian empezó a llorar. Mientras su madre hablaba el veía las imágenes de todo.

—A-Ze rápidamente me atendió, pero el golpe fue dado con energía, energía resentida que se ha quedado en mis entrañas. Nuestro bebé fue consumido en el momento ante nosotros, dentro de mi.

Nie Huaisang había empezado a llorar, Jiang Cheng no decía nada, veía al suelo. Jin Zixuan se acercó a Lan Wangji y entregó agua para Wei Wuxian.

Cangse Sanren continuó. —Yo me desmaye y vi tu futuro A-Ying. Vi como te consumias, como esa maldita energía te llevaba también. Yo me aterré, pero estaba tranquila al saber que no te podría reclamar, estabas lejos. Dormí por mucho tiempo, lo sé porque cuando desperté A-Ze...

Cangse Sanren vio a su hijo a los ojos y sólo derramó lágrimas.

Todos lo entendieron.

—A-Ze había muerto y no sé como. Intenté revivirlo, le pasé mi energía, todo fue inútil, el siguio allí, durmiendo, tan hermoso y tranquilo como siempre dormía. Pero ya no estaba allí.

Estuve tres días y tres noches en el lugar, solo con el cuerpo de mi esposo. Necesitaba salir de allí, necesitaba ir por ti A-Ying.

Cangse Sanren se dejó sostener por Jiang Yanli.

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