PARTE 28

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Al día siguiente Wei Wuxian llegó a su habitación, se baño, se cambió y salió a buscar a Lan Wangji.

Su sorpresa fue que no lo encontró por ningún lado.

Sin desayunar llegó a los campos de entrenamiento encontrándose con Lan Wangji, quien estaba con Lan Xichen y Lan Qiren.

Wei Wuxian se iba acercando cuando fue detenido por Jiang Cheng.

—Wei Wuxian, no vayas, algo pasa en Gusu, ya que Lan Wangji quiere regresar hoy.
Además de que no se ve nada bien.

Wei Wuxian intentó ir, pero Madam Yu lo llamó al campo. —Lan Wangji quiere regresar a Gusu. ¿Sabes algo?

Wei Wuxian no quiso deducir nada antes de hablar con Lan Wangji. 

—No sé nada Madam Yu, en cuanto pueda le preguntaré.

La mujer le creyó y lo envió al campo a pelear contra Jin Zixun. La lucha fue fácil, demasiado para su nivel, pero mientras luchaba contra el Jin, vio cómo Lan Wangji y Lan Qiren hablaban con Madam Yu luego se depidieron.

Wei Wuxian terminó la pelea más rápido de lo que pensaba y aplicó tal fuerza que dejó en el suelo al Jin.

Sin pedir autorización salió del campo corriendo a buscar a su prometido.

Lan Xichen hablaba con Jiang Cheng, mientras Lan Qiren estaba en el despacho de Jiang Fengmian.

Al llegar a su habitación encontró a Lan Wangji empacando.

—¿Lan Zhan vas a irte?

Lan Wangji se volteó y tomó a Wei Wuxian de las manos. —Iba a ir a buscarte, padre enfermó, regresaré a Gusu primero con mi tío. Hermano seguirá aquí por dos o tres semanas más.

Wei Wuxian tomó la carta que Lan Wangji le ofrecía, en ella se explicaba que la salud del líder Lan había decaído grandemente.

—¿Regresarás? Preguntó Wei Wuxian. Tenía la sensación de que no vería a su prometido durante un buen tiempo.

—No puedo prometerle, me quedaré en Gusu hasta que mi padre mejore.

—¿Podré ir a visitarte? Wei Wuxian pocas veces sentía miedo de su relación, esa era una de esas veces.

Lan Wangji recordó las palabras de Wei Wuxian —Tienes deberes que cumplir aquí, además no creo que te guste estar en una habitación encerrado aburriendote.

Lan Wangji tomó su equipaje y rodeando a Wei Wuxian salió de la habitación.

Un séquito de discípulos Lan ya lo esperaban. Tomaron el equipaje y Lan Wangji regresó a la habitación por sus últimas pertenencias.

Wei Wuxian lo seguía a todo lados. De haber sabido que la noche anterior  era su última noche con Lan Wangji no habría actuado así.

—Lo lamento.

Lan Wangji no volteó para contestar. —Está bien. No tienes de qué preocuparte, padre es fuerte, pero necesita ayuda con los deberes de la secta.

Wei Wuxian no se refería a eso.

—También lamento lo de anoche.

Lan Wangji se volteó. —Tienes ese derecho. No tienes por qué lamentarlo.

Wei Wuxian sentía que iba a llorar. —Pero yo lo arruiné.

Lan Wangji suspiró. —No lo hiciste. Esta bien.

Tomando lo último en la habitación y dándoselo a los discípulos Lan habló. —Wei Ying, debo irme pero te escribiré, voy a extrañarte.

Llenando de besos el rostro de Wei Wuxian. Lan Wangji se despidió de él, dejándolo al borde del llanto.

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