GARDENIA ROJA

PARTE 83

Xiao Xingchen y Song Lan se enteraron del ataque y llegaron a Cloud Recess justo después de la conferencia de cultivo.

Wei Wuxian tuvo oportunidad de hablar con su tío marcial.

—A-Niang nos dijo que nos fuéramos.

Xiao Xingchen escuchaba.

—Nos advirtió pero no le hicimos caso, ella esta desaparecida y mi Lan Zhan... No sé nada sobre él.

Wei Wuxian ya no podía llorar más. Culpa o esperanza. Ya no lo sabía.

—Escuchamos que buscan a un líder de secta menor y a un integrante de la familia Jin.

—Ellos se la llevaron.

—¿Ellos hirieron al segundo maestro Lan?

Wei Wuxian negó. —Yo selle la maldición que pusieron en mi hijo en él.

Song Lan y Xiao Xingchen intercambiaron miradas.

—Pero ahora no tenemos nada, ni su ubicación, ni nada. Es como si la tierra se los hubiera tragado.

Los dos cultivadores errantes habían hecho su propia investigación y en ese tiempo acogieron a un niño llamado Xue Yang quien veía con curiosidad a los dos bebés en su espacio.

—¿De verdad nacieron de ti?

Wei Wuxian volteó a ver.

—Si, yo los dí a luz.

Xue Yang agrando los ojos.

—¿Como lo hiciste?

—Fue por una operación

—Me refiero a hacerlos. A crearlos, no eres una mujer.

—Fue un método de cultivación.

—¡Wow! Necesito detalles.

Song Lan le llamo la atención y Wei Wuxian empezó a reír.

—Cuando crezcas visitame jajaja...

Después de compartir datos Xiao Xingchen conoció de manera oficial a sus sobrinos.

—Son muy bonitos, felicidades.

Wei Wuxian sonrió.

Los dos niños llevaban las túnicas Lan, esperando a que si Lan Wangji regresaba cualquier día, los encontraría con las túnicas de su secta.

Wei Wuxian sabía que su esposo amaba verlo con las túnicas Lan y pensó que sus hijos se veían igual de bonitos que él según Lan Wangji.

Los cultivadores errantes partieron de Cloud Recess y nuevamente Wei Wuxian estaba solo con A-Yuan y A-Yi.

Wei Wuxian se había vuelto un experto en hacer papillas.

Mientras preparaba la papilla de banano favorita de A-Yi escucho una discusión fuera del Jingshi.

—A-Cheng, entiendo tu enojo, pero es mi hermano el mas afectado. A-Yao ha estado ayudándome.

—Claro, encubriendo a su maldita familia. ¡Gran ayuda!

—No entiendo porque tienes tan mal concepto de él.

—Tal vez porque habla contigo en las noches de tu investigación y otras cosas y no es nada sincero.

—¿Qué dices? ¿Por qué inventas cosas?

—¡¿Yo?! ¡El enano ese me lo dijo!

—A-Cheng, estas muy equivocado.