Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)

-Prologo

Nadie cree que existan dos mundos, a excepción de las personas que posiblemente están perdiendo la razón y creen haber visto cosas o personas extrañas en su mundo normal.

Oír el testimonio de una persona que vió a alguien en el cielo volando en una escoba da miedo. Tanto como escuchar a tu abuela contar una anécdota sobre su juventud que trata sobre brujas malvadas que pueden leer tu mente, hacerte hechizos o hacer sacrificios contigo.

En gran parte, las anécdotas pueden ser ciertas casi por completo... o al menos en este punto.

Existen dos mundos: el mundo de los no mágicos y el mundo mágico.

Aquella noche Narcissa se había enterado de el secreto de Bellatrix.
Narcissa busco a Bellatrix para que le dijera toda la verdad.

—Bella ¿como pudiste quedar embarazada de él? —espetó Narcissa Malfoy— ¿Qué pasará cuando Rodolphus se entere?

—Me embaracé del hombre que amo, Cissy, —dijo Bellatrix sin alterarse— si Rodolphus llegará a enterarse no haría nada. Lo que menos importa es lo que piense Rodolphus.

—¿Por qué no?...

—Cierra la boca, Cissy. Yo no críare a ésta niña o niño. No puedo arriesgar mi puesto como mortífaga por este bebé —dijo Bellatrix en tono infantil, señalando su vientre.

—Cuando nazca le dejaré en un orfanato.

—No, no puedes dejar a tu hijo en ese horroroso lugar llenó de hijos de muggles y sangre mestizas. Podrías darme el bebé a mi, sería un hermanito para mí hijo.

—Claro que no, Cissy. Estás casada con Lucius y esperás un hijo con él. Además no permitiré que tengas a mi hijo —replico fríamente.

Narcissa no hablo.

[Cuatro meses después]

—Es una niña —dijo la enfermera admirando a la niña, y esperando una respuesta.

Era una bebé pesada, con los ojos cerrados, y se oía su respiración.

La pequeña era muy tranquila.

La enfermera le dió la pequeña, a Narcissa, y se retiró de uno de los dormitorios de la mansión Malfoy.

—Bella, deberías ver a tu hija —dijo acariciando la pequeña cabeza de la bebé.

Bellatrix solo la miro con una mirada amenazante.

Narcissa suspiró y la miro.

—Hablaré con la enfermera, ¿como quieres que la llamen?

—Como quieran llamarla, ahora aleja a esa niña de mi.

Bellatrix estaba pensando en no dejar a su hija en el orfanato, pero su ambición en seguir siendo mortífaga se lo impidieron.

Bellatrix tenía los ojos llenos de lágrimas, no por su hija, si no por el señor tenebroso.

Su mayor deseó era que Lord Voldemort la amará.

Narcissa salió de el dormitorio.

Dos mujeres la esperaban fuera de esta.

"Si alguna dice, que Bellatrix Lestrange ha tenido un hijo, serán torturadas hasta la muerte " -Las palabras de Lucius Malfoy resonaban en las cabezas de ambas.

—¿Que hará con la niña? —le preguntó la mujer acomodando sus lentes de media luna- ¿Cómo desea llamar, Bellatrix Lestrange a su hija?

—Su nombre será Claire, como un ilustre.

—Bien —dijo la mujer rubia y de baja estatura tomando a la niña en brazos.

[Cinco años después]

Aquella mañana del veintisiete de junio de mil novecientos ochenta y cinco, era el cumpleaños de Claire.

No lo festejaban.

Claire se encontraba leyendo un libro de magia en el regazo de un árbol, hasta que una voz atravesó sus oídos.

—Asi que lees...

—¿Ah? —se sobresalto Claire.

Claire se dio vuelta y vio a una serpiente, pero en vez de gritar o salir corriendo, ella solo se quedó viendo a la serpiente como una amiga.

—¿No me tienes miedo cierto?

La pequeña negó.

—CLAIRE ALÉJATE DE ESA SERPIENTE —gritó la encargada de el orfanato.

—Vete de aquí...

Claire se puso de pie y fue hacía la mujer que cuidaba de los niños.

La serpiente se fue, arrastrandosé por el suelo. La señora Gray la reviso esperando encontrar una mordedura, pero no tenía ningún rasguño.

Sin embargo Claire había descubierto una cosa sobre ella, descubrió que hablaba con las serpientes.