80- La Batalla de Hogwarts

2.2K 200 173
                                    

—Sé que se están preparando para luchar. Pero sus esfuerzos son inútiles, no pueden combatirme. No obstante, no quiero matarlos. Siento mucho respeto por los profesores de Hogwarts y no pretendo derramar sangre mágica.

—Entreguenme a Harry Potter  y nadie sufrirá ningún daño. Entreguenme a Harry Potter y dejaré el colegio intacto. Entreguenme a Harry Potter y serán recompensados. Tienen tiempo hasta la medianoche.

Cissy tenía a un lado a Draco, detrás de este, se hallaba Lucius.

Ambos observamos la casa de los gritos. Faltaban al menos treinta o veinte minutos para la media noche.

Me di la vuelta.

«La diadema de Rowena, si se destruye se habrá destruido un horrocrux más.»

Ya había encontrado una forma de destruir a Voldemort. Solo faltaría la copa... y Nagini.

—¿En dónde puede estar? —susurré.

La diadema estaba escondida en algún lugar de Hogwarts.

Aquella vez, no hacía mucho, Voldemort mencionó que había pedido el puesto de profesor en Hogwarts; la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero el profesor Armando Dippet, se lo había impedido.

Tom, mi padre, logró encantar al espíritu de Helena Ravenclaw, el fantasma de la casa de Ravenclaw.

—Necesito tu ayuda, Draco —le pedí.

Draco me miró.

—Necesito buscar algo... —susurré— Creo que tengo una idea en donde se encuentra.

—¿Qué tratas de buscar? —preguntó en voz baja.

—Una diadema —susurré.

Draco respiró profundo, dudó por unos segundos y luego asintió.

︿︿︿︿︿🌟︿︿︿︿︿

Corrí por la reja de Hogwarts rápidamente con la varita en el bolsillo de mi túnica, preparada para cualquier cosa.

Draco y yo subimos las escaleras.

—Creo que evacuaron a los menores de diecisiete —avisó Draco volviendo la cabeza hacía el pasillo anterior— ¿En dónde crees que está Potter?

—Buscando lo mismo que nosotros.

—Crabbe y Goyle no tardarán en llegar —informó Draco con la varita suya en manos.

Una chica venía corriendo, agitada y pisando fuertemente el piso haciendo sonar sus zapatos desde el otro lado del pasillo.

Era Parkinson.

Parkinson se detuvo de golpe al verme, retrocedió dos pasos hacía atrás y miró a Draco.

—¿Qué? —Draco se acercó a ella.

—Me he escapado con Nott, Crabbe y Goyle —dijo Parkinson mirándole— Quiero ayudarles.

—Nadie necesita la ayuda de una idiota —dije fríamente sacando la varita de Cissy de mi túnica. Parkinson abrió la boca para hablar— ¿Negarás que eres idiota?

—Claro que la necesitarán —dijo cortante, caminó hacia mí — Tu padre quizás me halague si lo hago. Además, intenté entregar a Potter, pero...

—¿Qué hiciste qué? —exclamé furiosa y alcé la varita.

—¿Qué te pasa, Claire?

Fruncí el ceño furiosa.

—¡Largo! —avancé hacía ella y puse la varita de Cissy en su cuello— ¡Ahora! ¡Lárgate!

Parkinson miró a Draco buscando su ayuda pero Malfoy se volvió, ella dió un paso hacia atrás y corrió por el pasillo que llevaba hasta el Gran Comedor.

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz