Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)

5- Navidad en Hogwarts

Se acercaba la Navidad.

Una mañana de mediados de diciembre, Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones.

Mientras que el Gran Comedor tenía la chimenea encendida, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas.

Lo mejor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y me hacía mantenerme lo más cerca posible de mi caldero caliente.

-Me da mucha lástima -dijo Draco Malfoy, en una de las clases de Pociones- Toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas.

-¿Y los que no tenemos casa? -remedié en un susurro.

Después del partido de quidditch, Draco se había vuelto más desagradable que nunca.

Disgustado por la derrota de Slytherin, había tratado de hacer que todos se rieran diciendo que un sapo con una gran boca podía reemplazar a Potter como buscador.

Al finalizar la clase de Pociones, pasamos por los pasillos en donde se hallaba el gran hombre.

-¿Te importaría quitarte de en medio? ¿Estás tratando de ganar algún dinero extra, Weasley? Supongo que quieres ser guardabosques cuando salgas de Hogwarts... Esa choza de Hagrid debe de parecerte un palacio, comparada con la casa de tu familia.

Weasley quiso lanzarse contra Draco, justo cuando Snape apareció en lo alto de las escaleras.

-¡WEASLEY!

Weasley soltó el cuello de la túnica de Draco.

-Lo han provocado, profesor Snape -dijo Hagrid, sacando su gran cabeza peluda por encima del árbol-. Malfoy estaba insultando a su familia.

Miré a Malfoy sin ninguna expresión.

-Lo que sea, pero pelear está contra las reglas de Hogwarts, Hagrid -dijo Snape con voz amable- Cinco puntos menos para Gryffindor; Weasley, y agradece que no sean más. Y ahora marchados todos.

Los tres chicos pasaron bruscamente, sonriendo con presunción.

Tomé mi ejemplar, pasé a un lado de Malfoy y le di un libretazo en el codo tan fuerte que creí por un momento que su codo se rompió.

Malfoy se quejó y parecia tener los ojos llorosos.

-¿Qué te pasa, Riddle? -preguntó frunciendo el ceño- ¿Te convertiste en una mujer salvaje?

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El profesor Snape había pasado una semana antes la lista de los alumnos que iban a quedarse allí para Navidad.

Mi nombre estaba en la lista.

-¿Vas a quedarte en Hogwarts? -preguntó Daphne. Asentí.

Greengrass resultó ser una chica muy amable y tranquila después de todo, nada comparado a Pansy ni a Millicent. Tenia un aire de delicadeza muy similar al de una muñeca.

-Que mal por ti, Claire. Me quedaría contigo esta navidad pero tengo que ir a casa con mi hermana y mis padres -reveló.

-Comprendo bien, ni siquiera es necesario que se queden aquí, puedo estar sola durante estas vacaciones -dije mientras abria el gigante libro para poder leer- Suele ser más divertido cuando estoy sola.

-Puede que te resulte asi porque estás acostumbrada a estarlo -dijo Daphne en tono racional- Por mi parte, ya estoy acostumbrada a estar con mis padres.