Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)

21- La Tercera Navidad en Hogwarts

Mi mente pudo haberse agotado de pensar demasiado en lo que había escuchado pero no lo hizo, porque ya había comprendido en un instante.

-¿Claire? -resonó una voz detrás mío- creí que estabas en la mazmorra.

Dumbledore estaba a un metro mío en la sala de trofeos.

-Eh, no, señor.

-Ya veo que no... -hubo un largo silencio- Yo podría decir que tu mirada oculta algo, Claire.

-¿Cómo qué, señor?

-No lo sé, Claire, solo lo supuse pero me equivoqué, y no está mal equivocarse -sonrió.

-Siempre he creído que sí...  Señor, ¿quiénes fueron Premio Anual en este siglo?

-Fueron muchos, Claire.

-¿Cómo lograron serlo?

-Fueron seleccionados por ser excelentes estudiantes, ya sea por trabajadores y tener una buena reputación con todos -informó Dumbledore sonando pensativo.

Me quedé en silencio un momento.

No sonaba tan mal.

-Estás pensando, ¿cierto, Claire?

-Sí, pienso.

Hubo otro silencio incómodo.

Dumbledore y yo no nos mirábamos, más bien nuestra vista estaba en la vitrina con la mayoría de trofeos.

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En mi túnica tenía un pergamino largo con la letra de Malfoy, que decía:

Le hemos dado una queja a ese tal Hagrid, presentada por mi padre: Lucius Malfoy. El caso será llevado por la Comisión para las Criaturas Peligrosas, y si fuera poco la cabeza de esa bestia, podría estar colgada en un lugar de la sala común.

La noticia seguro te alegrará.

Me senté en la nieve.

Guardé el pergamino en el bolsillo.

Estaba furiosa con Malfoy.

La mañana de navidad, mi dormitorio quedó vacío. Los demás estaban en sus casas celebrando las fiestas navideñas con sus padres.

Por fin, comenzaban las vacaciones.

Los regalos estaban en mis pies, los paquetes estaban adornados con un papel de regalo de color rojo, dorado, plateado, verde y azul.

-¿Qué tal, Meder? -acaricié su cabeza suavemente en cuanto la ví a un lado de la cama.

El regalo de Esther era un jersey verde con una serpiente plateada y llevaba una nota con el: "En mi familia es una tradición hacer Jersey para cualquier miembro de la familia. Espero te guste, querida". Había un ajedrez mágico en uno de los regalos, en la nota traía las iniciales D M.

El regalo de Philip era una bufanda color verde pasto oscuro que parecía de una buena calidad, en el mismo paquete había dos juegos de rompecabezas con miles de piezas y una lista con canciones mágicas que tenían como instrumento musical la guitarra electrica, aunque en este caso mágica. Una de las bandas eran las brujas de Macbeth, que había estado escuchando seguido en las vacaciones de verano.  El último regalo no tenía nombre, solo era una gran caja plana en forma de un cuadro. Lo abrí y para mi sorpresa había un álbum de cuero y un cofre pequeño con plumas nuevas, un colgante y una bolsa con al menos cien galeones dentro del cofre