2- El Sombrero Seleccionador

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—Buenos días querida. —Dijo Esther abriendo las cortinas— Tienes que desayunar y alistarte para ir al expreso de Hogwarts

Esther al pronunciar Hogwarts se apartó cuando dí un salto y me levanté rápidamente de la cama.

El desayuno estaba listo. Desayuné lo más rápido que pude y me vestí con ropa normal, no iría con la túnica de mago.

La mujer terminó de arreglar el baúl, lo cerró y dejó la jaula de Meder en la cama.

Nos detuvimos enfrente de una barrera.

Tomó mi mano llevándome hacia la barrera, cerré los ojos para obtener el impacto...

Una locomotora de vapor, de color escarlata, esperaba en el andén lleno de gente, un rótulo decía: "Expreso de Hogwarts, 11 h".

Mire hacia atrás y seguía la arcada de hierro donde estaba la taquilla, con las palabras "Andén Nueve y Tres Cuartos".

El humo de la locomotora se elevaba sobre las cabezas de la ruidosa multitud, mientras que gatos de todos los colores iban y venían entre las piernas de la gente.

Había una mujer rechoncha, que se dirigía a cuatro muchachos y una niña todos con cabellos rojizos y pecosos.

Las lechuzas ululabán, por encima del ruido de la plática y los ruidos que hacían los pesados baúles.

—Querida, si encuentras un vagón vacío sube con cuidado tu baúl —dijo sonriendo—. No falta mucho para que el tren avance asi que ya debes irte. Te extrañaré mucho.

La señora me dió un fuerte abrazo.

Los primeros vagones ya estaban repletos de estudiantes, algunos asomados por las ventanillas para hablar con sus familiares, otros discutiendo sobre los asientos que iban a ocupar.

Empujé el carrito por el andén, buscando un compartimento vacío, sin embargo no había ninguno.

Pasé a lado a un muchacho de pelos tiesos, rodeado de personas de su edad.

A mi lado iba un chico de cara redonda con las mejillas rosas y con señal de preocupación en el rostro.

—Hola, eh ¿es tu primer año en Hogwarts? —preguntó el chico con los cabellos despeinados. Asentí mirándolo—... no hay compartimentos... vacíos, ¿ves uno? —el muchacho me miraba varías veces, parecía nervioso por ser su primer curso.

— Yo, yo... no veo ningúno —dije titubeando— ¿es tu primer año también? —el chico asintió— Allá hay unos, vamos.

Los dos nos dirigimos a los compartimentos, el chico se despidió con la mano.

Me senté.

Vários alumnos subían y bajaban de el expreso. Me gustaba admirar a los padres y madres despidiéndose de sus hijos, realmente me preguntaba como seria si mi madre y mi padre se estuvieran ahi.

Podía ver a una niña de cabellos castaños con dientes de adelante sobresalientes entre lo compartimentos.

No parecía ser muy amigable.

En el otro vagón, pude ver a niños corpulentos que parecían vulgares detrás de un muchacho pálido de ojos grisáceos, a su lado parecían guardaespaldas.

El tren se puso en marcha, la ultima cosa que vi fue a Esther agitando la mano.

El mismo chico de cara redonda, llegó hasta mi compartimiento muy nervioso, buscando entre todos los compartimientos.

—Hola otra vez, ¿has visto a un sapo? lo he perdido de nuevo, es mi mascota, Trevor—preguntó. Negué.— Bueno, si la ves, avísame, ¿de acuerdo?

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora