54- La Nueva Canción del Sombrero Seleccionador

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El caluroso verano casi llegaba a su fin, durante las vacaciones de fin de curso, las únicas cartas que había recibido eran de Lovegood y Zabini.

La Mansión Malfoy era enorme, tenia luz en las ventanas de cristales emplomados de la planta baja.

Tenía un jardín oscuro que se extendía más allá del seto borboteaba una fuente, el vestíbulo era amplió y con una débil iluminación, estaba decorado con suntuosidad y una espléndida alfombra cubría la mayor parte del suelo de piedra.

Habían arañas (lámparas) de vidrio colgantes del techo. En las paredes habían retratos de un color morado oscuro.

Mi dormitorio era aún más grande que la antigua, las paredes eran de un color oscuro, la cama tenía dosel y un taburete en los pies de esta. El resto de la habitación estaba decorado con muebles: un sillón antiguo (en buen estado) con un cojín, una cómoda de madera con una linterna arriba que apenas alumbraba y lo que más resaltaba en el dormitorio era la gran ventana en forma de arco con cortinas de un color rojo oscuro.

Lucius Malfoy tenía una voz fría y áspera cuando me hablaba, siempre llevaba el aire de superioridad cuando caminaba o abría la boca para hablar. No podía pensar en las diferencias físicas que Draco y su padre tenían, solo los diferenciaba la estatura y sus cabellos, ambos tenían el mismo rostro puntiagudo y eran rubios.

Unos días antes de que terminaran vacaciones, observé detalladamente entre los libros que cosa no encajaba perfectamente para poder acomodarlo.

Tocaron la puerta y cuando dije la palabra adelante, Narcissa entró por la puerta con un sobre en las manos. Me lo entregó sin decir una palabra y se sentó en el taburete que estaba a los pies de la cama.

Era una carta de Hogwarts.

Eran tres notas, una decía que el curso empezaría el uno de Septiembre, en la segunda estaban detallados los libros que necesitaría para el próximo curso.

-Libro reglamentario de hechizos, 5° curso, de Miranda Goshawk, y Teoría de defensa mágica, de Wilbert Slinkhard.

Abrí el tercer sobre y puse entre mis ojos aquella cosa que era muy llamativa. Era una insignia brillante con la letra P puesta sobre la serpiente de Slytherin.

Era completamente mía.

No le pertenecía a nadie mas que a mí.

Narcissa se levantó y caminó hacía mí.

-¿Te han elegido como la nueva Prefecto? -preguntó viendo la insignia con alegria. Asentí- Es una gran noticia, a Draco también lo han elegido como prefecto. ¿Cómo te sientes con eso?

No respondí. Realmente no me sentía tan cómoda como lo habia estado con la señora Esther y tampoco tan comprendida. Era como tener un aire nuevo al cual no estaba acostumbrada.

Narcissa respiró profundo y se acercó más a mí.

-Claire, sé que para ti es nuevo todo esto pero... somos tu verdadera familia. Puedes confiar en mí y expresarte cuando quieras -dijo con delicadeza mirándome a los ojos. Suspiré y Narcissa apartó la mirada-. Esta tarde iré al Callejon Diagon a comprar todo lo necesario para el curso de Draco y el tuyo, avísame si necesitas algo, Clairy.

-Lo tomaré en cuenta y gracias Narcissa.

-Llámame Cissy.

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-Había leído en los periódicos sobre una sección llamada el "Departamento de Misterios"¿la conoces? ¿qué es? -le interrogué a Lucius con una ceja alzada, tratando de imitar su expresión de superioridad- También hace unos minutos mencionaste algo similar a... "La Orden del Fénix" ¿para qué funciona?

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora