53- Andén Nueve y Tres Cuartos

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CLAIRE:

Algo se movió, Potter aparecío con la copa en manos, tirado al suelo, boca bajo.

El dolor en la cicatriz cesaba, pero sentía un cosquilleo en el brazo izquierdo.

Cornelius Fudge fue hacia ellos, parecía blanco y consternado.

—¡Dios... Dios mío, Diggory! —exclamó—. ¡Está muerto, Dumbledore!

—¿Ah?

Alrededor de ellos, la multitud daba empujones, intentando acercarse. Las personas empezaron a gritar, chillaban y decían:

—¡Está muerto!, ¡Está muerto!, ¡Cedric Diggory está muerto!

Mi corazón empezó a latir rápido.

Bajé de las gradas.

En el rostro de Cho Chang se veía una tristeza profunda, sus ojos se llenaron de lágrimas, de su ojo izquierdo salió una lágrima mientras tapaba sus mejillas con ambas manos.

Se podía ver un poco,el cuerpo de Cedric, el muchacho yacía con las piernas y los brazos extendidos, sus ojos eran inexpresivo abiertos, su boca se hallaba medio abierta, que parecía expresar sorpresa.

Cedric Diggory estaba muerto.

Moody llegó, tomó a Potter y lo cargo hacia el castillo.

—Ven, niña —dijo Moody tomando mi brazo fuertemente haciendo que arrastrará los pies—. Estás castigada.

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—¡Enervate!

El hijo de Crouch abrió los ojos.

Tenía la cara laxa y la mirada perdida.

Dumbledore se arrodilló ante él, de forma que sus rostros quedaron a la misma altura.

—¿Me oye? —le preguntï Dumbledore en voz baja a el hijo de Crouch.

El hombre parpadeó.

—Sí —respondió.

—Me gustaría que nos explicara —dijo Dumbledore con suavidad— cómo ha llegado usted aquí. ¿Cómo se escapó de Azkaban?

Crouch tomó aliento y comenzó a hablar con una voz apagada y carente de expresión:

—Mi madre me salvó. Sabía que se estaba muriendo, y persuadió a mi padre para que me liberara como último favor hacia ella. Él la quería como nunca me quiso a mí, así que accedió. Fueron a visitarme. Me dieron un bebedizo de poción multijugos que contenía un cabello de mi madre, y ella tomó la misma poción con un cabello mío. Cada uno adquirió la apariencia del otro.

Winky movía hacia los lados la cabeza, temblorosa.

—No diga más, amo Barty, no diga más, ¡o meten a su padre en un lío!

Pero Crouch volvió a tomar aliento y prosiguió en el mismo tono de voz:

—Los dementores son ciegos: sólo percibieron que habían entrado en Azkaban una persona sana y otra moribunda, y luego que una moribunda y otra sana salían. Mi padre me sacó con la apariencia de mi madre por si había prisioneros mirando por las rejas.

—Mi madre murió en Azkaban poco después. Hasta el final tuvo cuidado de seguir bebiendo poción multijugos. Fue enterrada con mi nombre y mi apariencia. Todos creyeron que era yo.

Parpadeó.

—¿Y qué hizo su padre con usted cuando lo tuvo en casa?

—Representó la muerte de mi madre. Fue un funeral sencillo, privado. La tumba está vacía. Nuestra elfina doméstica me cuidó hasta que sané. Luego mi padre tuvo que ocultarme y controlarme. Usó una buena cantidad de encantamientos para mantenerme sometido. Cuando recobré las fuerzas, sólo pensé en encontrar otra vez a mi señor... y volver a su servicio.

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora