Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/Dubchaeng

Capítulo 37

Han pasado dos semanas desde el encuentro entre Dahyun y Jeongyeon, donde la última le aseguró no hablarle a Sana sobre aquello, argumentando que quiere dejar la decisión sobre sus hombros. Jeongyeon realmente pensó que, quizás y contra todo pronóstico, Dahyun podría ser lo suficientemente madura para terminar lo que lleva con Sana y buscar ayuda, al parecer no fue así, y la verdad no le sorprende.

Pero la jefa debe enterarse de todo lo que pasa, quiere interferir, quiere hacerlo desde siempre, pero la idea de enfadar a Sana la sigue retrasando.

Y hablando de la joven, está agotada. Costó terminar de despachar toda la mercadería esta vez, Bambam también tenía cosas de las que hacerse cargo y, siendo sinceros, Sana no ayudaba mucho. Pero finalmente se acabó, la chica puede asegurar que lo único gratificante de esto es poder volver al pueblo y ver a su novia.

Sobre esta dichosa chica, ella esperaba con ansias la muy próxima visita de su novia durante el fin de semana, pero ese viernes estaba pasando la tarde con Chaeyoung en su ya conocido paradero, a la orilla del bosque. Un punto donde no muchos van, saben que el bosque está reclamado por cierta persona, el clan decidió ahorrarse problemas y simplemente usar sus otras vías, Chaeyoung conoce los puntos ciegos.

— ¿Cuándo la dejarás? — Preguntó la más baja separandose del beso, oyendo un bufido molesto — Dahyun, no es sólo que no me agrade, pero debes recordar en lo que ella se involucra, y aún sigo molesta por lo que te hizo... tus muñecas al fin se ven pálidas de nuevo — La contraria miró sus extremidades con lástima — Me preocupas — Chaeyoung robó un beso rápido tras su confesión.

— Ella lo está dejando, hablamos del tema, está de forma oficial, pero no hace nada malo — La contraria rió sarcástica.

— Por favor, Dahyun, ¿En serio? — Se puso en pie caminando en círculos — ¡¿Qué crees que ella hace cuando no está aquí contigo?!

— Estudia, y trabaja

— ¡¿Y tú le crees?!

— Por supuesto

— ¡¿No piensas que quizás te miente?!

— Yo confío en ella

— ¡¿Así como ella confía que le eres fiel?!

Dahyun se puso en pie y caminó lejos en dirección a su propia casa, ya no le apetecía seguir hablando con Chaeyoung, quién quedó frustrada y bufando, maldiciendo por lo bajo, molesta con el mundo y dispuesta a culpar a cualquiera de su sufrimiento.

La chica llegó a su hogar, sabiendo que es probablemente la última persona en el mundo que tendría el derecho a enojarse con Chaeyoung, sabe que la menor tiene razón, y no en las cosas que dijo acerca de Sana, sino sobre ella, sobre lo que tienen. Que está traicionando la confianza de su novia, que tiene el descaro de hablar del tema con su mejor amiga, que todo ese maldito pueblo ejerce una presión superior en ella y se siente vigilada todo el tiempo.

Quiere con todo su ser salir de allí, huir con Sana.

— ¿No preparaste nada? — Escuchó la ronca voz de la cocina — Ven aquí

Dahyun pasó saliva, pero obedeció el llamado de su padre caminando despacio, tanteando el terreno, por su voz era obvio que estaba molesto y le asustaba la posible reacción que fuera a tener.

El mayor estaba sentado en el puesto que siempre usa, con una lata de cerveza en frente, Dahyun intenta recordar dónde está Minju en ese momento para que su padre beba de forma deliverada, pero simplemente no recuerda.

— Tu hermana no está, tú no estabas, no había nada para comer, sus habitaciones eran un desastre y el baño estaba sucio — Dahyun bajó la mirada — Chaeyoung me agrada, pero eso no significa que descuides tu lugar aquí — Tomó un trago largo de su cerveza — Gente en el bar me insulta... te insulta, dicen que mi hija es una prostituta, ¿Hay algo que me estés ocultando? — Se puso de pie — Hay ojos en todos lados, así que dime la verdad

— N-No sé de qué... puedan hablar

— Kim Dahyun, dime la verdad, no quiero tener problemas contigo

— Es la verdad

— ¡No me mientas!

— No lo hago...

— Dahyun...

— Dije que no es nad-

La joven dejó de hablar, todo su aliento fue robado al sentir su mejilla derecha ardiendo, el mayor agrandando sus ojos y dando un paso atrás, sorprendido de sus propios actos al parecer.

— N-No... no quiero volver a escuchar rumores así de mi hija — Trató de recomponer su postura — Sino, lo lamentarás

— ¿Me golpearás otra vez? — Tentó la menor, sujetando su cara con cuidado.

— Insoltente, te daré la paliza de tu vida, ¡Me escuchaste! — Subió la voz, cediendo ante la provocación de la chica.

— Llegué~ — Era la voz de Minju — ¿No hay nadie? ¿Hola~?

Conectaron sus ojos, el mayor suplicando con estos una vez más el ser cubierto, Dahyun aceptando de inmediato, no por protegerlo a él, pero no dejaría que Minju saliera lastimada.

Con su mejor sonrisa fue a recibir a su hermana pequeña, cubriendo en excusas a su padre y agradeciendo que Minju no haya sentido la necesidad de pasar por la cocina. El mayor del lugar se escabulló fuera de la casa para volver de madrugada, Dahyun lo escuchó, como siempre, pero no emitiría comentario alguno.

Las lágrimas acompañaron su almohada esa noche, hace bastante su padre no la golpeaba, pensaba que era un evento superado a pesar de que el miedo y preocupación seguían allí.

Pero el dolor era soportable si Sana estaba ahora con ella allí, ambas en la playa, juntas viendo el horizonte, la mayor quejandose de lo desagradables que son sus compañeros de trabajo, quienes la tratan de manera inferior, al parecer Sana tenía mucho para decir cuando estaba molesta, sacaba sonrisas de su novia quien feliz notaba más expresiones faciales desconocidas hasta ahora para sus ojos.

— Sana... — Murmuró Dahyun una vez la mayor finalizó — Por favor, vayámonos de aquí — Se abrazó a su novia — Vámonos, no puedo esperar a vivir mi vida solo contigo, pero por favor, sólo... vámonos

La mayor afirmó su agarre, excediendose en fuerza como sin querer siempre hace, emocionada por las supuestas ganas de su novia por iniciar próximamente una vida juntas.

— Lo dejaremos todo, no te preocupes

N/A: como les va cayendo dahyun? kdksk