Final

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Sana se encargó de primero asegurar el lugar y preparar un sendero diferente para que Dahyun volviera a su casa, una vez estuvo segura de que estaban a salvo, le mandó un mensaje para que saliera de su temporal escondite.

Dahyun nunca se imaginó en esa situación, pero asumía que nada podía ser tan simple, revisó la hora y ya era de madrugada. Pero estaba segura de que Minju la estaba esperando despierta, después de todo, era la noche de graduación. Llegó a la puerta de su casa y entró con cautela, agradecida de que su padre no haya llegado aún, corrió a su habitación dispuesta a armar su bolso con lo más importante, Sana lo había dicho, no necesitaba demasiado.

Luego de empacar, quitó su traje de gala para vestirse con ropas más cómodas, adecuadas al largo viaje que realizarían, si el trabajo de Sana estaría lejos del dominio del clan, es que realmente sería un sector apartado. Al terminar, se dejó caer en su cama para descansar un poco, no sólo su cuerpo, si mente también rogaba por un receso, el dolor de cabeza era fuerte y sus pesados ojos amenazaban con dormitar.

Pero el estruendo en la puerta alertó a las dos hermanas, no, ese no era su padre, él tenía una llava y no haría un alboroto en medio de la calle. Ambas ya estaban juntas, en el borde de la escalera mirando hacia el primer piso, donde pasos más adelante se encontraba la puerta principal que era víctima de los duros golpes.

— ¡KIM DAHYUN! ¡SAL! — La voz de Son las hizo erizarse, nunca la habían escuchado así.

— Minju, dile que no estoy, por favor

— ¿Q-Qué...?

— ¡KIM DAHYUN! — La nombrada tomó los hombros de su hermana suplicando.

— Por favor...

Minju tomó mucho aire mientras asentía despacio, Dahyun corrió a esconderse en su habitación en lo que su hermana menor bajaba las escaleras con torpes pasos, escuchando cada vez más fuertes los gritos de esa simpática chica que conocía y que nunca pensó ver de esa manera.

Se posicionó tras la puerta, pero no podía abrir, tenía miedo, y las palabras de Chaeyoung salían tan distorcionadas que Minju podría apostar que la chica estaba bebida. Luego de la escena que presenció entre su hermana y padre, no se ve capaz de enfrentar sola a una persona ebria, no otra vez.

— N-No está... — Dijo lo más alto que pudo.

— Minju, ¡Minju! ¡Ábreme la puerta!

— M-Mi hermana no está aquí, aún no llega

— ¡Ábreme la puerta, Minju!

— Estás borracha, Chaeyoung, vete a casa — Pasó saliva — Te prometo que mi hermana no está aquí, no contesta el teléfono tampoco — Sólo silencio — P-Por favor, ve a buscarla, estoy preocupada — Un gruñido.

— Lo intentaré

Nuevamente pudo respirar con normalidad cuando la escuchó alejarse, revisó por la ventana y era efectivo, Chaeyoung se había marchado por la calle aún soltando insultos y pateando invisibles piedras del piso.

No era sólo que haya ido en busca de Dahyun, la jefa la había llamado, también estaba en busca de Sana y el arma escondida en su pantalón era su autoproclamada venganza. Le daba igual si luego la mataban a ella, el alcohol en su sistema no la dejaba pensar con claridad, sólo tenía claras dos cosas:

1.- La jefa ordenó a todo el clan buscar a Sana

2.- Ella la llevaría, viva o muerta

Y Sana estaba conciente de estar en el ojo de todos los aliados al clan en ese momento, lo que constituía prácticamente todo el pueblo, hay ojos en todos lados y debe ser precavida. Moviendose entre las sombras intentaba pensar en algún aliado, su cabeza estaba en blanco, quería llamar a Jeongyeon pero sabía que el momento no era prudente, llegar al carrito de Yerin sería demasiado vistozo como para arriesgarse, se enteró de que SinB había abandonado el pueblo junto a su novia, ya no le quedaban opciones.

Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/DubchaengWhere stories live. Discover now