Capítulo 4

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Chaeyoung maldecía mentalmente no haber podido llegar antes y ayudar a Dahyun, su amiga ya le había dicho que no era un problema, que gracias al cielo apareció "Sana" para salvarla.

La chica no sabía qué le molestaba más, no haber llegado ella a tiempo para salvar a Dahyun, o que lo haya hecho Sana y que ahora su amiga no dejara de hablar en ningún momento de ella, repitiendo lo valiente y fuerte que fue para enfrentar a sus atacantes.

Intentaba distraerse del acontecimiento y dejarlo atrás, mas era difícil si Dahyun volvía una y otra vez al molesto tema con esos ojos tan esperanzados, al final, colmó su paciencia cuando ahora describía con más detalle el rostro y expresión de una Sana tímida.

— Creo que sería mejor si dejas eso atrás, digo, ¿Y si ella no hubiera llegado? ¡Casi te roban, Dahyun! No es algo de lo que debas hablar tan... emocionada

Dahyun dejó de sonreir para pasar a una mueca algo preocupada, quizás era cierto, no podía contar con tanta emoción un suceso que pudo haber terminado muy mal en realidad. Pudo haber concluido de muchas formas distintas, con ella lastimada, con Sana lastimada, con algún otro tercero lastimado o sin sus cosas.

La salida continuó un poco más normal, Dahyun dejó de mencionar el tema y Chaeyoung fue la única encargada de tener su atención. Por dentro, la chica seguía con su atención en el hecho sucedido, pero prefería ocultarlo ya que su amiga había mostrado su descontento.

Sus caminos se distanciaron entrado el atardecer, Chaeyoung dejó a Dahyun en la puerta de su casa y se marchó, maldiciendo aún entre dientes lo acontecido más temprano.

Llegó a la pequeña casa de Nayeon, la cena familiar se repetiría todos los días mientras Sana estuviera allí, por lo que la presencia de Chaeyoung era necesaria. Por dentro bufaba, ella no quería asistir a pesar de sentirse honrada de hacerlo, pero en el fondo saje que todo es una forma de tener más gente dandole atención y escuchando lo genial que Sana es, o esa pareciera ser la única intención de Nayeon.

Estaban seis personas esta vez sentadas a la mesa, Nayeon de cabecera y en la contraria Sana, Jeongyeon justo a la izquierda de la última y le seguía Chaeyoung. En los otros puestos estaban Yves y Yeri, amigas de Chaeyoung que fueron admitidas en la cena, para que la chica con adorable hoyuelo tuviera con quien hablar.

Sana pensativa no prestaba mucha atención a lo que se hablaba, lo que valió para que Chaeyoung guiara la converzación un rato junto a sus amigas, pero Nayeon no dejaría eso pasar.

— ¿Cómo te fue hoy, Sana? — Preguntó viendola a los ojos desde el otro costado de la mesa — ¿Algo interesante?

— Salí con el director Kang — Respondió con simpleza.

— Kang es agradable — Asintió Jeongyeon.

— ¿Y por qué esa cara entonces?

— Vimos un robo — Las dos mayores fruncieron el seño confundidas.

— ¿Un robo? ¿A plena luz del día? ¿Y qué hiciste? — Interrogó preocupada Jeongyeon.

— Las golpeé, intenté quitarles los pasamontañas, pero escaparon

— Sana, eso es peligroso, piensa que nuestra gente siempre van con armas encima — Regañó Jeongyeon —  No debiste haber interferido, ni siquiera tenía que ver contigo — Sana bajó la cabeza algo apenada.

— Oh, Jeongyeon — Nayeon rió sarcástica.

— ¿Eh? — La nombrada puso rostro algo confundido.

— ¿No te das cuenta? — Seguía viendo con ojos brillanes a Sana — Eso fue muy útil e inteligente, ¿Dónde está tu ingenio? Ese fue un buen movimiento, más aún si lo hizo Sana — A ese punto, la mayoría no entendía — Dime, Sana, ¿Por qué lo hiciste?

La nombrada pudo haber contestado con sinceridad, decir que quería ayudar a la chica que estaba siendo atacada en ese momento, pero esa no parecía ser la respuesta que Nayeon estaba esperando. Se puso a pensar mejor, intentar relacionarlo con las cosas que a la jefa le interesan, de a poco llegó a su conclusión y con un rostro bastante serio se dispuso a hablar.

— Porque ellos no eran del clan... y si lo fueran, podrían estarse revelando

— ¡Exacto! — Exclamó Nayeon aplaudiendo con una sonrisa — Piensalo, nosotros no mandamos ladrones de día hacia alguien cualquiera, de hecho prácticamente no robamos — Todos ponían atención — Actuar sin ordenes estaría mal y sería en secreto, por eso no tenían armas y Sana atacó. Ya puedo visualizar sus rostros asustados...

Chaeyoung miró a un costado molesta, el acontecimiento parecía seguirla a pesar de querer escapar de él, Yves y Yeri pasaron saliva mientras escuchaban a Nayeon, en el clan no de admitían traidores.

— ¿Pero y si no eran del clan? ¿Y si tenían armas y atacaban a Sana? — La de pelo corto insistía.

— ¿Crees que se atreverían a robar un pueblo completamente dominado? Vamos, no pueden tener armas si son sólo novatos que no entienden como funcionan las cosas — Nuevamente vio a Sana con admiración — Acéptalo, ella está madurando, cada día es más astuta, al fin estás mejorando ese aspecto

— ¡Y-Yo también soy más fuerte! — Sin saber por qué, Chaeyoung habló — Yo estuve a punto de detenerles, pero Sana se me adelantó, sino, les hubiera detenido con mis propias manos

— ¿Estabas ahí? — Jeongyeon vio con algo de desprecio al costado.

— Ella llegó después — Dijo en un tono monótono Sana — ¿Conoces a la chica?

— Es mi novia — Respondió segura, pero las dos otras chicas comenzaron a reir al instante — B-Bueno, me gusta, había salido con ella — Jeongyeon también se rió.

— Fue un acierto traer a estas chicas ¿No te parece? — Señaló a Yves y Yeri.

— Sólo no te distraigas demasiado — Dijo con voz comprensiva Nayeon.

Sana ya no prestaba atención a la conversación, estaba más pendiente de repasar el acontecimiento en su mente. Nayeon tenía razón, ella podía tener mucha fuerza e infundir mucho respeto a la gente que tiene alrededor, pero no era astuta. Ya le han dicho que ella dirigirá todo en la ciudad donde ahora mismo estudia, pero se le seguían escapando detalles, aunque cómo no hacerlo si la chica se veía tan indefenza y con un aura que te obligaba a querer protegerla.

La cena terminó y se retiraban, Chaeyoung dio miradas asesinas a sus amigas que pasaron saliva, mas no se preocupaban mucho, el enojo de la pequeña Chaeyoung pasaría. Pero ella no estaba mirando mal a Yeri sólo por eso, sino que notaba como Nayeon le daba palmaditas en el hombro y la halagaba por estar mejorando mucho, rodó sus ojos hastiada.

Sana en su antigua cama seguía pensando, preguntándose quienes se habrían atrevido a atacar a una chica de apariencia tan dulce e indefenza. Probablemente es el perfil ideal que busca un criminal, pero Sana juraba que incluso Nayeon tendría piedad de aquella preciosa chica.

Tal como ella la tuvo.













































N/A: No se asusten si no aparecen todas las miembros de twice en este libro u.u todo tiene su razón de ser

Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/DubchaengWhere stories live. Discover now