Capítulo 11

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Mientras la joven bruja, Borja y los tres demonios adicionales a su viaje se dirigen Satrian, un joven ronca en la habitación de un hostal hasta que es despertado por el constante murmullo de un par de mujeres fuera de su habitación.

—Maldita gente chismosa... —Dice con voz perezosa antes de cubrir su rostro con la almohada e intentar dormir un poco más.

El sujeto era muy apuesto —Dice una de las jóvenes entre risas —Tenía lindos ojos amarillos.

—Lástima que su atención estaba con esa pelirroja —Fey acaba poniendo atención al chisme —Parece ser su hija o algo por como la cuidaba de todos...

En la aún adormecida mente de Fey, los comentarios comienzan a unirse lentamente hasta que se da cuenta de algo que le quita el sueño.

—¿Cómo es qué...? —Se levanta rápidamente y abre la puerta sorprendiendo a ambas jóvenes del otro lado —Disculpen, las oí hablar sobre un sujeto de ojos amarillos y una joven de cabello rojo ¿Dónde los vieron?

—Anoche en medio de la calle —Responde una de las chicas —¿Los conoces?

—Algo así. —Desvía la mirada —¿Saben en si se alojaron aquí?

—La chica pareció tener una crisis nerviosa y el hombre se la llevó lejos.

—Hasta me atrevería a decir que se fueron del pueblo en ese momento. Eran muy raros —La joven se inclina un poco y cubre su boca —Al parecer, la chica habla sola.

—Y el hombre tenía una cara de pocos amigos. Pero era muy guapo.

—Amm está bien. Gracias chicas —Ambas lo miraron de pies a cabeza —No me coman con la mira dulzuras, estoy apartado.

—¿De verdad? —Ríe una de las chicas.

—Sí. Pero ella no lo sabe —Guiña un ojo y vuelve adentro, cerrando la puerta detrás de él. —¿Cómo llegaron tan rápido? —Se pregunta a sí mismo mientras se viste y recoge sus cosas rápidamente —Que interesantes personas. Quisiera saber por qué me provoca tanta curiosidad.

Luego de pagar su corta estadía en el hostal, Fey prepara a su caballo y las cosas para el camino.

—Lo sé, te lo compensaré de alguna forma —Le dice al caballo mientras comienza a caminar —¿Que tal ración doble de avena? Algo costosa; pero creo que es pago justo ¿no? —El caballo resopla y sacude la cabeza —Doble ración será. Ahora apresuremos un poco el paso hasta el siguiente pueblo.

...

En el camino, Vesta y Borja avanzan rápidamente mientras oyen las risas y las bromas de los otros tres demonios que se unieron al viaje.

—Voy a aplastarlos si no cierran la maldita boca —Gruñe Borja.

—Tranquilo... —La joven intenta calmarlo; pero un estornudo la interrumpe.

—¿Estás bien?

—Sí, no te preocupes. No te detengas.

—Te dije que sé cuando mientes.

—Solo estoy un poco cansada. Descuida.

—Ya es mediodía, deberíamos descansar.

—Somos demonios —Comenta Lonch —¿Quién se cansa?

—Recuerda que Vesta no es una de nosotros —Aclara Lanch. —Además, no se ve muy bien que digamos.

—Continuemos —Dice Vesta —Descansemos en el siguiente bosque.

A pesar de las dudas, a Borja no le queda más que ceder ante la terquedad de la joven. Solo espera encontrar un bosque en donde protegerla del sol que cada vez se ve más amenazante para cualquier ser humano.

—Hay uno en esa dirección —Dice Lanch —Tendríamos que regresar un poco.

Borja espera una respuesta o un alegato de parte de la joven. Pero al parecer, está dormida sobre su lomo.

—Vamos allá. —Dice para luego detenerse y cambiar de dirección.

...

—Por lo visto ya no le queda mucho a la primavera —Dice Fey, haciendo sombra con su brazo y buscando un sombrero en la carreta —El siguiente pueblo está a dos días —Mira el  mapa —Podríamos desviarnos hacia el Oeste y descansar en ese pequeño bosque ¿Qué te parece? —Obtiene un resoplido como respuesta —Sí, a mí también me agrada la idea. Además, podremos dormir hasta la tarde cuando esté más fresco. —Hace que el caballo apresure un poco más el paso para dirigirse al bosque no muy lejos de él.

El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum