El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta

Capítulo 33

Al caer la noche, ambas brujas encienden una fogata mientras los dos hombres permanecen sentados sobre el césped frente al fuego.

En medio del silencio, Raksha comienza a tararear una melodía mientras camina rodeando el fuego haciendo una señal a Vesta para que esta la siga mientras inician una suave danza.

Aquella melodía tan hermosa comienza a inundar los oídos de ambos hombres, que poco a poco parecen comenzar a dejarse llevar por esta.

—Recuerda el plan —Escucha Fey en su oído —Deja que los demonios caigamos en su encanto.

—Lo sé —Susurra Fey. —Canta hermoso.

Mientras Vesta y Raksha realizan el ritual, Borja permanece en su posición a un lado entre los dos humanos, observando y escuchando a Vesta, quien poco a poco se deja llevar por el momento y comienza a cantar y a danzar con más libertad a su alrededor y al rededor de Fey mientras Raksha hace lo mismo con Fehu.

—Ahí vienen —Anuncia el demonio.

—No te detengas —Dice Raksha antes de continuar el cántico.

Poco a poco, sombras comienzan a llegar desde diferentes direcciones. Grandes y pequeñas criaturas comienzan a hacerse presentes para ganar un lugar cerca de la hoguera y de las brujas que por alguna razón que desconocen los han llamado.

Lanch y Lonch observan cuidadosamente a cada demonio que llega al lugar atraído por la melodía. Ninguno de ellos es el demonio que buscan.

...

Mientras se acercan siguiendo la canción que cada vez parece afectar más a ambos, hombre y demonio comienzan a caer en la encantadora melodía proveniente de la joven.

—Karak... —El demonio voltea a ver al hombre. Parece confundido y apenas sabe lo que hace —Creo que metimos la pata.

—No lo hicimos —Dice intentando concentrarse —El plan siempre fue dejarme atrapar por las brujas. Tú eres el que debe cazarlas ¿recuerdas? Tú eres el cazador.

—Karak...

—No caigas en el encanto de las brujas y recuerda nuestro objetivo, Ren. Recuerda por qué existo.

En cuanto acaba de hablar, el demonio se separa de su compañero humano para ir con el grupo de demonios que siguen la melodía que poco a poco comienza a apagarse.

—Llegó —Advierte Lanch.

Al oírla, Fey disimula al mirar en una dirección. Es el demonio de aquella vez, no hay duda de eso.

Al finalizar, ambas brujas observan la cantidad de demonios que respondieron a su canto. Aquello hace pensar a Vesta sobre lo triste que es saber que a pesar del sin número de demonios que alberga su amado bosque, aun hay muchos otros demonios fuera.

—Vesta —La voz de Borja la saca de sus pensamientos —Está aquí. —Vesta confirma las palabras del demonio en cuanto lo ve.

—Él también está aquí.

Al verlo, Raksha se acerca al demonio con una sonrisa amistosa y le ofrece sus manos aprovechando que aun está en el trance como todos los demás demonios.

—Te estábamos esperando, Karak.

—Sus deseos serán mis ordenes, mi dama —Dice el demonio.

—Dinos en dónde está el demonio blanco. ¿Dónde está Mirilia?

—Ella...

—¡Karak!

—¿Ren? —Al voltear, el demonio ve una sombra que parece ir sobre el humano —¡Cuidado!

En un inútil intento por ayudar al humano, el demonio se da cuenta de que está atrapado por la magia de la bruja.

—Cerraste un pacto conmigo, Karak. Me sirves hasta que decida romper el pacto contigo.

—Deja libre a Ren, bruja —Dice en tono desafiante.

—Mika, suéltalo —El demonio obedece a la bruja —Admiro el que quisieran llevarnos la delantera; pero esa fue la razón de que escogiera este ritual. —Ambos miran a la bruja con seriedad —"La danza de los demonios" es infalible para esta clase de cosas.

—Creí que las brujas ya no llamaban a demonios para servir.

—Ya no lo hacemos, demonio. Esta era una situación especial que requería atraerte; y esta era la mejor opción.

—¿Qué harán ahora que atrajeron a todos estos demonios? Dudo que se vayan pacíficamente —Sonríe satisfactoriamente. Pero aquel gesto se desvanece al ver al gran demonio detrás de la joven bruja.

Basta con un leve ademán para que Borja ordene a los demás demonios a marcharse en una sola dirección.

—Todos me obedecen a mí... —Gruñe el demonio —Te atreviste a atacar a Vesta...

—¡Déjalo! —La voz del humano llama la atención de todos los presentes —No le hagas daño a Karak...

—Ren...

—¿Él es...? —Pregunta Vesta antes de ser interrumpida por el humano.

—Él es mi demonio. Yo lo creé gracias a la calamidad.

—¿A Borja? ¿Lo conoces?

—No exactamente. —Tanto la bruja como el demonio parecen confundidos —Es obvio que no lo sabes. Después de todo, a los demonios les importa una mierda lo que destruyen y las vidas que arrebatan ¿no?

—¿A qué te refieres? —Pregunta la joven bruja.

—Hace tres años cuando todo pasó. La destrucción de esas ciudades y los miles de muertos que no supieron lo que pasó...

—Estuviste ahí...

—No, niña. De haber estado ahí habría muerto junto a todos los demás. Lástima que mi familia no corrió con la misma suerte.

El demonio junto a la bruja parece sentir lo que el humano. Parece furioso, pero hay lágrimas en sus ojos.

—¡Raksha cuidado! —Mika la aparta del demonio, que no duda en ir junto al humano para ayudarlo y escapar con él.

—¡El demonio! —Vesta intenta detenerlo; pero Fey se interpone y es atrapado en su lugar —¡Fey!

—¡Fehu! —Grita su padre.

El demonio y el humano terminan escapando del lugar junto al joven. Vesta no sabe qué hacer para ayudarlo; y Raksha no hace más que solo guardar silencio y ver la expresión de desespero del hombre no muy lejos de ella.

—Vesta... —La joven voltea a ver a Borja y se aferra a él.

—Se lo llevó... Esto no tenía que pasar...

—Raksha —Dice Fehu —Aseguraste que...

—Sé lo que dije. No esperaba que el demonio reaccionara a los sentimientos del humano.

—¿Eso que significa?

—Que ese par tiene algo más que solo una buena relación. —Vesta despega el rostro del pelaje de Borja para mirar a su tía —Ese humano le "vendió" su alma a su propio demonio.

—Pero Fey...

—Lo encontraremos —Dice Raksha —El demonio aun tiene un pacto conmigo. Ahora puedo encontrarlo.