Capítulo 36

176 39 5
                                    

En medio de la oscuridad, Vesta acaba despertando de un salto completamente confundida al ver que el pequeño que tenía en los brazos ya no está; pero aquello pasa a segundo lugar en cuanto nota que Borja continúa moviéndose entre sueños y balbuceando palabras inentendibles mientras hace expresiones de molestia.

—¿Borja? —Vesta intenta acomodarse para quedar a la altura del rostro lobuno del demonio —Borja, despierta. Borja...

Sorpresivamente, el demonio reacciona de manera violenta y se levanta del suelo de golpe, haciendo que Vesta caiga sentada frente a él. El nerviosismo no tarda en invadir a la joven, que no hace más que solo ver cómo el demonio despierta mirando hacia varias direciones mientras su pecho se infla y desinfla de manera erratica hasta que simplemente lleva una de sus manos a su pecho como si intentara desgarrarse la piel.

—Borja, ¿estás...?

—Se fue... —Logra decir entre jadeos —Ya no está...

—Borja...

—No te acerques —Consigue alejarse de la joven —Viste lo que pasará. No quiero que...  —Mira sus manos temblorosas.

—Tranquilo, tranquilo —Intenta acercarse con cuidado. No puede esconder su nerviosismo.

—Tienes miedo... —Comienza a retroceder a medida que Vesta se acerca —Vesta... Tengo miedo de...

—Tranquilizate por favor. Borja...

—¿Qué está pasando? —Raksha llega casi corriendo junto con Fehu —Vesta, ¿Qué...?

—El alma de mi padre abandonó el cuerpo de Borja y...

—¿Qué...?

—Lo que oíste, tía. Ahora Borja...

—Alejate de él —El demonio y la joven la miran sorprendidos —Vesta, sin el alma de tu padre...

—Sigue siendo Borja —Dice con firmeza —Solo está asustado, solo debo...

—¡Es un demonio, Vesta! ¡Uno peligroso! ¡Lo sabes! ¡Y él también lp sabe!

—Es verdad —Vesta voltea a ver al demonio —Tú también lo viste, niña. Yo...

—¿De qué está hablando? —Pregunta la bruja con seriedad.

—Debe haber alguna razón por la cual papá nos mostró eso. Quizás podamos cambiarlo. Quizás... 

—¡¿Qué fue lo que les mostró?!

—¡No es nada, solo debemos...!

—Nada... —El demonio ríe sarcasticamente ante las palabras de Vesta —¿Dices que no es nada?

—Borja...

—¡Vi mis garas manchadas con tu sangre, Vesta! —Vocifera el demonio enseñando sus enormes garras —¡¿Te parece que eso no es nada?!

Vesta da un varios pasos hacia atrás al ver la expresión furiosa de Borja. Tiene razón, aquello que vieron no puede ser "nada", mucho menos para Borja.

Para el demonio, ver sus manos manchadas con la sangre de la joven que vio crecer es demasiado. La sola idea de saber que será él quien ponga fin a su vida lo aterra; y no está dispuesto a correr el riesgo de hacer que se cumpla aquella premonición enseñada por Valko.

—Nunca entenderé porqué Valko, nos enseñó eso. Pero lo mejor será que me aleje de ti, niña.

—Borja... —Vesta camina rápido para alcanzar la garra del demonio, lo cual lo lleva al pasado, a cuando la encontró en aquel día nevado y le demostró que no le temía al hacer lo mismo.

—Lo siento. —Dice Borja antes de comenzar a gruñir cada vez más fuerte hasta dejar salir un ladrido que hace temblar la tierra a su alrededor. Vesta lo suelta de inmediato para caer sentada mientras Raksha se arrodilla junto a ella para intentar protegerla.

El miedo que aquella reacción le provoca a Vesta, hace que deje que su magia salga para protegerla, impactando contra el demonio para alejarlo lo mas posible de ella.

<<No hagas que ese demonio nos mate, niña. Stolas era mucho más inteligente cuando se trataba de sobrevivir ante esos monstruos>>, los ojos de Vesta se inundan al oír la voz en su interior.

—¿Se puede saber qué...? —Lanch y Lonch guardan silencio al ver al enorme demonio derrivado a varios metros de Vesta.

—¿Qué fue lo que...? —Dice Lanch, antes de ser interrumpida por la voz de Raksha.

—Sin esa alma no eres más que un peligro —Borja se pone de pie lentamente para no asustar a Vesta más de lo que está —No tenemos más opción que...

—No lo hagas —Vesta sujeta las manos de Raksha para evitar que use su magia con él —Por favor, no uses tu magia con Borja, tía. Él solo... ¡Borja!

Vesta ve cómo el enorme demonio corre en la primera dirección que ve para alejarse de todos, para alejarse de Vesta y de aquella imagen que no parece querer borrarse de su cabeza.

Por otro lado, Vesta intenta correr tras Borja, pero Raksha y Fehu se lo impiden. Nadie sabe qué hacer realmente, los demonios menores no puedes detener a la calamidad ni arriesgarse a ser capturados por ese hombre y el demonio que lo acompaña; Raksha no puede dejar que su sobrina salga detrás de Borja porque no tiene la confianza puesta en que nada saldrá mal; y ella tampoco puede hacer nada para detenerlo porque sabe que Vesta se lo impedirá.

Brujas, demonios y el humano son sorprendidos por la luz del amanecer. El plan se ha desviado bastante; pero no por ellos pueden dejar pasar más tiempo para lo que sea que Fehu tiene planeado hacer.

—Tenemos hacer esto ahora —Dice Fehu.

—Pero Borja...

—No podemos esperar a que vuelva, Vesta —Dice Raksha —Es ese chico o ese demonio. Tú escojes.

En todos estos años, Vesta nunca había tenido que escoger entre su familia o alguien más. Borja lo es todo para ella, así como también lo son Lanch y Lonch y ahora último sus tías. 

¿Qué debo hacer? Es la pregunta que se apodera del pensamiento de Vesta, no sabe realmente cuál es la mejor elección. Pero algo la hace decidir luego de varios minutos de silencio, una especie de presentimiento. Entonces mira al hombre junto a su tía.

—Vamos por Fey.






—Vamos por Fey

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora