Capítulo 30

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Al ver a la mujer detrás del padre de Fey, Vesta se pone de pie sin dejar de ver a Raksha.

—Adiós a la libertad... —Comenta Lonch.

—Fue lindo mientras duró —Finaliza Lanch.

—Tía Raksha, yo...

—Ni una palabra más, Vesta. —Está muy molesta —Te dije, les dije que fueran cuidadosos. Pero ahora vengo y los encuentro en medio de todo esto junto a un cazador. ¿En qué pensabas?

A Raksha no le importa el que Fey y su padre estén presentes en el lugar mientras regaña a la joven por todo lo ocurrido.

—¿Sabías de ellos? —Pregunta Vesta —Sabías de ellos y aun así me animabas a querer salir a recorrer el mundo.

—De haber salido, el demonio se hubiera quedado en el bosque con nosotras. Pero...

—¿Pero?

—No creí que pasara eso con tu magia.

—¿También sabías que podía pasar? ¿Porqué no...?

—Ven conmigo. Hablaremos ahora —Desvía su mirada al demonio junto a ella —A solas...

Vesta mira a Borja por unos segundos. No quiere dejarlo solo luego de lo que pasó. Entonces Mika sale de la sombra de la bruja mayor y camina hasta ambos.

—Yo me quedaré con él mientras Raksha habla contigo —Dice en tono serio.

—Estaré bien —Dice Borja —Ve con ella.

—Claro. Está bien...

—Tú también vendrás —Dice Raksha al padre de Fey.

Dentro de la casa, Raksha se mantiene seria mirando a Vesta, quien no hace más que solo mirar por la ventana hacia donde se encuentra Borja con los demás demonios y Fey mientras el hombre permanece de pie en otro rincón de la casa.

—Vesta —La chica pone su atención en su tía —Te dije que fueras discreta con los humanos.

—Lo fuimos. De verdad...

—Ese chico sabe lo que eres. ¿Tienes idea del peligro al que te expones? Cuando lo supe, sabía que tenía que venir por ti. No puedes mantenerte a salvo ahora que los cazadores andan sueltos nuevamente... —El hombre ríe por lo bajo interrumpiendo a la bruja —¿Disculpa?

—Nunca cambias ¿verdad, Raksha?

—¿Se conocen?

—Ese es tema para otro momento, Vesta. Concéntrate en el problema.

—Pero...

—Un cazador de brujas atacó a ese demonio que intentó protegerte —Vesta agacha la cabeza —El humano sabe lo que eres ¿Qué más quieres que diga? Creí que serías cuidadosa. Pero creo que me equivoqué.

—No es así —Dice Vesta —De verdad fui cuidadosa con todo lo que hice. Pero conocí a Fey, luego conocí a Mirilia y...

—¿Mirilia?

—Un demonio blanco que mamá conoció. Al parecer debía formar parte de Borja; pero la hizo cambiar.

—Así que de verdad lo consiguió.

—¿De qué hablas?

—Rynna tenía la esperanza de hacer cambiar a los demonios para que no fueran un peligro para los humanos. Pero al momento de crear el bosque de los demonios, creí que se había dado por vencida con eso —Ríe por lo bajo —Ahora veo que no fue así. Ella nunca se habría dado por vencida.

—Tenemos que ayudarla. Ese cazador se la llevó con ese demonio. Tenemos que...

—Espera —Raksha la detiene —Aun falta algo de lo que tengo que hablarte. Es sobre la magia de Stolas. Te está cambiando.

—No es así, solo...

—No intentes mentirme, sobrina. Te he estado vigilando desde que partiste. Vi lo que pasó esa vez que caíste en la desesperación. Dejaste que tu magia se hiciera cargo.

—Solo fue un momento. Yo...

—Le pides ayuda como si fuera otra persona. Vesta, reacciona. Debes controlar tu magia, no que ella te controle a ti.

—De no haber sido por eso, ese cazador nos habría atrapado. Yo...

—No puedes controlar la magia de Stolas bajo presión —Concluye la bruja.

—Entonces enséñame a controlarla.

—Esto no funciona así, Vesta. La magia nos escoge y aprendemos a usarla. Formamos un vínculo con ella. Por eso morimos y volvemos a nacer con ella, porque la magia y el portador son completamente compatibles.

—No lo entiendo...

—Stolas arrebató tu magia y te entregó la suya en su lugar. Ni la magia suya ni la tuya están con sus legítimos portadores. Cuando eso pasa, esta comienza a rechazar a su portador y a querer tomar el control de este.

—Pero en tres años no había pasado nada.

—En tres años no habías necesitado tu nueva magia para nada más que buscar a Stolas. Porque la magia también lo busca.

—Pero Stolas... Eso quiere decir que él...

De pronto, la chimenea del hombre se enciende de golpe haciendo que todos den un paso atrás. En él, el sonido de sollozos se hace presente hasta que Vesta comienza a acercarse y logra ver la imagen.

—Tu magia también te busca —Murmura Raksha.

Tengo miedo —Escucha la voz del pequeño.

Descuida, todo estará bien...

—Esa es... Mirilia está con él.

Vesta... —La mencionada se sorprende —Ayúdanos...

Al apagarse el fuego, Vesta guarda silencio mirando la chimenea apagada.

—Tengo que ayudarlos.

—Pero no sabes cómo.

Luego de un breve silencio, ambas brujas voltean a ver al hombre, al mismo tiempo que Fey decide entrar a la casa.

—Bien, Fehu —Dice Raksha —Ya es tiempo de pagar la deuda que tienes conmigo. —Ambos jóvenes miran extrañados al hombre, en especial Fey ¿Qué tiene que ver su padre con una bruja? ¿Qué otro secreto más oculta el hombre?


 —Ambos jóvenes miran extrañados al hombre, en especial Fey ¿Qué tiene que ver su padre con una bruja? ¿Qué otro secreto más oculta el hombre?

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El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora